CRISIS MIGRATORIA Y HUMANITARIA: España despliega al Ejército tras la llegada de 6.000 migrantes desde Marruecos

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La gran mayoría son marroquíes que ingresaron en el país a nado, mientras cientos de personas más están esperando este martes para cruzar la frontera.

Jon Nazca / Reuters / RT

El Gobierno de España ha desplegado este martes al Ejército en la frontera de Ceuta con Marruecos tras la llegada de 6.000 migrantes irregulares en las últimas horas, una cifra sin precedentes en la ciudad autónoma, situada en el norte del país alauí.

Esta entrada de migrantes en territorio español, al que las autoridades han respondido con devoluciones inmediatas y masivas, podría tener vínculos con la crisis diplomática que se inició hace dos semanas con la acogida en España del líder del Frente Polisario para ser tratado de coronavirus.

¿Qué ha pasado?
Este lunes se ha batido en España el récord de llegada de migrantes irregulares por vía marítima en un solo día. La mayoría de las 6.000 personas que se han introducido en Ceuta son marroquíes que han atravesado la frontera a nado, según la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma.

El tránsito se ha producido bordeando un pequeño espigón existente entre la frontera de Ceuta con Marruecos, un lugar por el que no suelen producirse ingresos de personas debido a que la valla normalmente está protegida por Policía marroquí, mientras que esta jornada no hay ninguna presencia policial.

Según algunas organizaciones humanitarias, se ha corrido la voz entre los migrantes de que esa parte de la frontera estará desprotegida durante 72 horas. Se especula con que se trataría de una maniobra de las autoridades marroquís para presionar a España.

Ceuta tiene una población de alrededor de 85.000 habitantes en una superficie de poco más de 18 kilómetros cuadrados.

¿Qué medidas se han adoptado?
En un primer momento el Gobierno de España envió refuerzos para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad: 50 agentes de la Guardia Civil y 100 de la Policía Nacional. Sin embargo, la mañana de este martes el ministerio del Interior ha decidido desplegar al Ejército.

Así, tanques españoles se encuentran desplegados en la frontera, mientras al otro lado de la valla se observan filas de cientos de personas, sobre todo varones, esperando para intentar cruzar a España.

Las autoridades españolas han anunciado que procederán a la devolución de los ciudadanos marroquís. De hecho, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha confirmado en rueda de prensa que ya han comenzado esas devoluciones al país vecino y que hasta este mediodía se habían producido ya 2.700.

El ministro no ha valorado la supuesta crisis diplomática y ha afirmado que «hay una crisis migratoria permanente y continuada en el tiempo, pero hay momentos donde la presión es mayor y donde acontecen situaciones extraordinarias».

De momento, los migrantes son separados entre mayores y menores de edad. Los primeros están siendo reunidos para proceder a su repatriación, para lo que se ha habilitado el estadio José Benoliel; mientras que los segundos están siendo trasladados al campamento de Piniers y a las naves del Tarajal. Sobre estos últimos, que se cifran en alrededor de 1.500, el ministro del Interior ha dicho que se protegerá a los menores pero «con aplicación de la normativa internacional».

¿Está detrás una crisis diplomática?
Las relaciones entre España y Marruecos están tensadas desde hace tres semanas, cuando se desveló que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, de 72 años, había sido trasladado a España e ingresado en un hospital del norte del país para ser tratado de coronavirus, aunque algunos medios de comunicación afirman que se trataría de un cáncer.

La diplomacia marroquí reaccionó convocando al embajador de España en Marruecos para «deplorar» su actitud, señalando que el líder «de las milicias separatistas del Polisario» está procesado «por graves crímenes de guerra y graves violaciones de los derechos humanos», en referencia a la investigación abierta en la Audiencia Nacional española por supuestos delitos cometidos contra la población de los campamentos de refugiados de Tinduf, al suroeste de Argelia.

Sin embargo, el ministro del Interior español ha achacado la situación a motivos socioeconómicos y sanitarios, sin querer vincularlo al malestar de Marruecos por acoger a Ghali. Asimismo, ha sostenido que la relación con el país vecino es «absolutamente fructífera».

A pesar de estas declaraciones, la hipótesis más extendida es que Marruecos ha abierto las fronteras como represalia contra España por esta acción que podría ser interpretada como algún tipo de apoyo tácito a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que reclama la independencia del Sáhara Occidental. Este territorio está ocupado por Marruecos desde 1975, cuando España abandonó la colonia. De hecho, el Frente Polisario es un movimiento de liberación nacional que funciona a modo de Gobierno en el exilio.

Sánchez cancela su viaje a París
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha anulado el viaje que tenía esta jornada a París para participar, precisamente, en una Cumbre de financiación de África. Ha comparecido en la Moncloa para ofrecer una declaración institucional tras el Consejo de Ministros y después de la rueda de prensa que han ofrecido la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para informar de la situación en Ceuta.

Sánchez ha anunciado que se desplazará inmediatamente a Ceuta y ha calificado la situación de «grave crisis para España y Europa», destacando que la Ceuta es también frontera sur del bloque comunitario. El presidente ha enfatizado que se va a proceder a la devolución inmediata de todas las personas que hayan llegado de forma irregular a suelo español y ha lanzado un mensaje a Marruecos solicitando el respeto a las fronteras mutuas.