En la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner emitió su voto y aprovechó la ocasión para distanciarse del gobierno del presidente saliente, Alberto Fernández.
En declaraciones a la prensa desde Río Gallegos, Santa Cruz, Fernández de Kirchner afirmó que su gobierno en 2015 fue recordado de manera maravillosa, lo cual les permitió ganar en 2019. Sin embargo, desmintió las afirmaciones de que ella toma las decisiones políticas en el actual gobierno. «Los de TN (Todo Noticias) están todo el día diciendo que es el gobierno de ella, pero no decido las políticas», manifestó.
Además, la vicepresidenta resaltó las notorias diferencias que ha tenido con funcionarios que no cumplen con sus responsabilidades. Desde 2020, ha expresado la necesidad de alinear políticas y precios, pero no ha sido escuchada. En un país presidencialista como Argentina, Fernández de Kirchner destacó que es el presidente quien toma las decisiones, para bien o para mal.
Cuando se le preguntó sobre sus expectativas respecto al resultado de la votación, Fernández de Kirchner respondió: «Con muchas expectativas». También hizo hincapié en que en 2015 decidió no solicitar fueros y que tampoco los quiere ahora. Su intención es alejarse de la idea de que un cargo público solo sirve para hacer política, especialmente en el peronismo. Su enfoque es vivir, trabajar y militar.
En cuanto al futuro del país, la vicepresidenta expresó su deseo de que haya más sensatez y un mayor consenso entre todos aquellos que tienen responsabilidades. Considera que es necesario encontrar una solución a la deuda con el Fondo Monetario Internacional, ya que implica políticas inflacionarias. Además, Fernández de Kirchner aboga por no subordinarse a políticas externas y considera que es necesario rediscutir el acuerdo con el FMI.