La NASA ha presentado recientemente su nuevo avión supersónico, el X-59, desarrollado en colaboración con Lockheed Martin. En un emocionante video, se muestra la aeronave saliendo de un hangar para someterse a pruebas en tierra.
Después de la era de los legendarios aviones supersónicos como el Concorde y el Tupolev 144, que revolucionaron la aviación pero dejaron de volar a principios de este siglo, parece que estamos entrando en una nueva era de vuelos supersónicos. Una startup estadounidense ha anunciado recientemente sus planes de lanzar un nuevo avión supersónico el próximo año, capaz de volar de Nueva York a París en tan solo una hora.
Este avión, llamado Hermeus Quarterhorse, tiene como objetivo superar la velocidad del sonido, conocida como Mach 1, que es de aproximadamente 1.235 kilómetros por hora. En cambio, el Hermeus Quarterhorse tiene como objetivo alcanzar una velocidad de Mach 5.5, es decir, casi 6.800 kilómetros por hora, lo que lo convertiría en un avión hipersónico.
La semana pasada, la startup con sede en Atlanta anunció que ha recibido un premio de 30 millones de dólares de la Fuerza Aérea de EE. UU. para financiar las pruebas de esta innovadora aeronave. Con este financiamiento, Hermeus espera construir y volar tres versiones del avión.
El primer vuelo está programado para 2024 y se estima que la inversión total podría rondar los 100 millones de dólares. Hasta ahora, la empresa ha recaudado 119 millones de dólares, pero su valor ha aumentado a 400 millones de dólares. Además del Hermeus Quarterhorse, la empresa también tiene planes de lanzar una versión de pasajeros llamada Halcyon, con capacidad para 20 personas, y otra aeronave llamada Darkhorse, que se espera que comience las pruebas de vuelo en 2026 como un vehículo de vigilancia y ataque de largo alcance.
La velocidad del Hermeus Quarterhorse se logrará gracias a un sistema de propulsión único llamado ciclo combinado basado en turbinas (TBCC). Este sistema utiliza un motor a reacción estándar para el despegue y el aterrizaje, y una segunda turbina llamada estatorreactor o scramjet para generar más potencia en vuelo. La transición entre las turbinas es un desafío técnico, pero la startup ha logrado diseñar, construir y probar su motor en tan solo nueve meses.
Una de las ventajas de este proyecto es que el Hermeus Quarterhorse volará de forma autónoma, lo que permitirá al equipo de desarrollo hacer volar prototipos y aprender de ellos sin poner en riesgo la vida de los pilotos. Se espera que se realicen pruebas de una versión a escala reducida en 2024, seguidas de una versión de transporte de carga de tamaño mediano en 2025 y una versión comercial de pasajeros más grande en 2029.
El objetivo de Hermeus es tener aviones comerciales en servicio para mediados de la década de 2030, lo cual es un desafío extremadamente difícil según los expertos de la industria aeronáutica. La fricción con el aire a altas velocidades genera una gran cantidad de calor, y a medida que las velocidades aumentan por encima de Mach 5, el calor puede provocar reacciones químicas en el aire que rodea a la aeronave. Sin embargo, Hermeus está decidido a superar estos desafíos y convertirse en líder en la industria de vuelos hipersónicos.
El interés en la tecnología hipersónica está creciendo rápidamente, y el Gobierno de Estados Unidos ha asignado grandes cantidades de dinero para apoyar programas de investigación y desarrollo en este campo. El Congreso otorgó al Pentágono 5.800 millones de dólares en el año fiscal 2023 para apoyar unos 70 programas hipersónicos, lo que demuestra el alto interés en hacer que los vuelos sean más rápidos y seguros.
Con avances como el Hermeus Quarterhorse, parece que los vuelos supersónicos y hipersónicos podrían convertirse en una realidad en un futuro no muy lejano. Estos aviones podrían revolucionar la forma en que viajamos y acortar significativamente las distancias entre ciudades. Estaremos atentos a los avances de Hermeus y a los emocionantes desarrollos en la industria de la aviación.