Dos individuos, uno colombiano y otro venezolano, fueron arrestados en el estado fronterizo de Táchira, en Venezuela, por el contrabando de 4.500 kilogramos de alimento para consumo animal. Según el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada (Ceofanb), los funcionarios militares del Puesto de Atención al Ciudadano (PAC) Piedra Negra detuvieron a los sospechosos cuando se dirigían desde la ciudad colombiana de Cúcuta hacia La Fría, en Venezuela.
Los militares confiscaron un vehículo de carga que transportaba 50 sacos de alimento para consumo animal, específicamente pescado mojarra, con un peso total de 4.500 kilogramos. El Ceofanb enfatizó que Venezuela es un Estado de derecho y de paz que combate los delitos asociados al contrabando.
Esta detención se produce en medio de las preocupaciones sobre el contrabando en Venezuela. La Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes (Anber) advirtió recientemente que el contrabando pone en peligro el cierre de los fabricantes de bebidas gaseosas en el país. Según Anber, la cantidad de estos productos que ingresan ilegalmente desde Colombia ya es equivalente al volumen de las principales empresas del sector en Venezuela.
Además, Anber afirmó que más de 2,10 millones de cajas de bebidas gaseosas ingresan mensualmente a Venezuela sin cumplir con los controles y normas sanitarias, de etiquetado y de metrología. Esta competencia desleal afecta la viabilidad económica y operativa de las empresas nacionales.
La competencia de productos importados, algunos de los cuales ingresan ilegalmente, es solo uno de los factores que afectan a la industria manufacturera en Venezuela, según la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria). Otros problemas incluyen la falta de financiamiento bancario y la precariedad de los servicios. La lucha contra el contrabando se ha convertido en una prioridad para las autoridades venezolanas, ya que socava la economía y perjudica a los productores y fabricantes nacionales.