El presidente argentino Javier Milei ha presentado un paquete económico que busca reducir el tamaño del Estado y detener las obras de infraestructura financiadas con fondos públicos que aún no han comenzado.
En un intento por combatir la profunda crisis que enfrenta el país, el gobierno de Milei ha devaluado la moneda argentina en un 50%, estableciendo un tipo de cambio oficial de 800 pesos por dólar. Según el ministro de Economía, Luis Caputo, esta medida busca brindar los incentivos necesarios a los sectores productivos para aumentar su producción.
Además de la devaluación, se ha anunciado un aumento temporal en los impuestos a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones. Estas medidas se suman a un régimen de control de divisas que se implementó en Argentina en 2019 y que ha generado la existencia de una decena de tipos de cambio diferentes.
La economía argentina se encuentra en una profunda crisis, con una inflación anualizada de más del 140% y una tasa de pobreza que supera el 40%. Según Victor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, estas medidas probablemente acelerarán aún más la inflación y empeorarán los indicadores sociales.
La población argentina ya está sintiendo los efectos de esta crisis. Mabel Germino, una jubilada de 80 años, expresó su desesperanza frente a los anuncios económicos y comentó cómo los precios de los alimentos han aumentado considerablemente, dificultando su capacidad de compra.
El ministro Caputo ha señalado que el déficit fiscal es la raíz del problema y advirtió sobre el riesgo de una hiperinflación si no se toman medidas drásticas. Milei, con su postura ultraliberal, propone un ajuste fiscal equivalente al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) como una terapia de shock para la economía.
En cuanto a la reducción del Estado, se espera que los ministerios pasen de 18 a 9 y las secretarías de 106 a 54. Esto implicará una reducción del 50% en los cargos jerárquicos de la función pública y del 24% en los cargos políticos totales del Estado. El sector público en Argentina emplea a más del 18% de la población, lo cual es uno de los porcentajes más altos de América Latina.
Además, se ha anunciado la paralización de las obras financiadas con fondos públicos que aún no han comenzado. Según Caputo, el Estado no tiene los recursos ni el financiamiento necesario para llevar a cabo estas obras y prefiere evitar la corrupción que a menudo las rodea. En su lugar, se espera que el sector privado se encargue de la realización de las obras de infraestructura en Argentina.
Otras medidas incluyen la reducción de subsidios a la energía y al transporte, ya que el Estado considera que los precios se mantienen artificialmente bajos a través de estos subsidios.
En resumen, el paquete económico del presidente argentino Javier Milei busca reducir el tamaño del Estado, detener las obras de infraestructura financiadas con fondos públicos y tomar medidas drásticas para combatir la crisis económica. Sin embargo, estas medidas también han generado preocupación por su impacto en la inflación y en los indicadores sociales del país.