Cada 31 de mayo se celebra en todo el planeta el Día Mundial sin Tabaco. Una efeméride promulgada por la Organización Mundial de la Salud y que se celebra desde el año 1987, por lo que este 2022 cumple su 35 aniversario. Fue en ese momento cuando se decidió que cada 31 de mayo pasaba a ser el día en el que la OMS, junto al resto de actores públicos, iba a volcar todos sus esfuerzos en promover una conciencia contra el consumo de tabaco.
A lo largo de todos estos años, este organismo ha puesto en alerta a la población sobre los efectos nocivos de este producto, su carácter letal y los problemas que causa en el fumador pasivo. También ha incidido en las prácticas comerciales de las tabacaleras para incitar su consumo. Y, además, este año se ha querido poner el foco en otro aspecto más: el impacto que esta industria causa en la naturaleza.
EL TABACO ENVENENA NUESTRO PLANETA
Este es el lema de la campaña para el Día Mundial sin Tabaco 2022. Algunos datos demoledores acerca de esta industria indican que: tala 600 millones de árboles para fabricar cigarrillos; emite 84 millones de toneladas métricas de CO2 a la atmósfera, aumentando la temperatura del planeta; y gasta 22.000 litros de agua en la fabricación de los cigarrillos.
Tal y como expresa la OMS: “Los efectos perjudiciales que las empresas tabacaleras causan al medio ambiente son enormes y van en aumento, lo cual agrava innecesariamente la escasez de recursos y la fragilidad de los ecosistemas. El tabaco mata cada año a más de 8 millones de personas y destruye nuestro medio ambiente, perjudicando aún más la salud de las personas debido al cultivo, la fabricación, la distribución, el consumo y la eliminación de los productos de tabaco”.
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