El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este viernes la emergencia nacional por el brote de coronavirus, invocando la Ley Stafford para abrir la puerta a más ayuda federal para las regiones afectadas. “Otorgaremos 50.000 millones de dólares, una suma importante, para los estados y municipios”, informó el mandatario en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
“Para liberar todo el poder del gobierno federal, estoy declarando oficialmente una emergencia nacional”, dijo Trump, y pidió a todos los estados de EEUU que establezcan centros de operación de emergencia. También dijo que su gobierno está acelerando los estudios en pacientes, en medio de las críticas por la falta de suficientes kits de testeo en todo el país.
Trump está bajo una presión cada vez mayor para tomar medidas al tiempo que gobernadores y alcaldes en todo el país intensifican las disposiciones para mitigar la propagación, cerrando escuelas y cancelando eventos públicos.
La Ley Robert T. Stafford de Ayuda por Desastre y Asistencia por Emergencia de 1988 es la norma que autoriza la asistencia federal cuando el Presidente declara zona de desastre en algún estado o jurisdicción, de acuerdo a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés). La sección 308 de la Ley Stafford protege a los individuos de ser discriminados en los programas de asistencia por desastre. La sección 309 de la Ley Stafford aplica estas provisiones no discriminatorias a todas las organizaciones privadas participantes que proveen ayuda en los esfuerzos de respuesta y recuperación.
De esta manera, la administración Trump podrá contar con fondos casi ilimitados para hacer frente a la pandemia por coronavirus que tiene en vilo a todo el planeta y que ya provocó 33 muertes a lo largo de su territorio.
La decisión de la Casa Blanca llega 48 horas después de que dispusiera la cancelación de los vuelos hacia y desde Europa y que ayer jueves se vivieran momentos de incertidumbre financiera por el colapso de los mercados bursátiles a nivel mundial. Hoy, la calma en Wall Street se refleja en sus números.
Los mercados de acciones en Estados Unidos abrieron con fuertes alzas el viernes debido a que los inversores apostaban a una nueva ronda de estímulo fiscal para evitar una recesión global de cara a la epidemia del coronavirus. Luego de que en la víspera Wall Street registró su mayor liquidación en más de tres décadas, los índices recuperaban parte de sus pérdidas impulsados por el optimismo de que demócratas y republicanos anuncien el viernes un paquete de estímulo.
Las acciones del sector de viajes, que han sufrido la peor parte de la ola de ventas, lideraban las ganancias y el índice de aerolíneas del S&P 1500 trepaba un 3,4%. Los papeles del operador de cruceros Norwegian Cruise Line Holdings subían un 6,8%. «Nos dirigimos a un mercado que debería comenzar a calmarse, los inversores ahora esperan que el gobierno establezca un plan económico y lo convierta en ley”, dijo Peter Cardillo, economista jefe de mercados de Spartan Capital Securities en Nueva York.
Las acciones de Apple Inc avanzaban un 3,9% debido a que el fabricante del iPhone dijo que reabriría las 42 tiendas de su marca en China. Los papeles brindaban el mayor impulso al Dow Jones. Todos los sectores del S&P ganaban al menos un 2% y el de tecnología trepaba un 3,7%, liderando los avances. El sector financiero, sensible a las tasas de interés, subía un 4,5%. Las acciones de las compañías de energía registraban un alza de un 5% gracias al repunte de los precios del petróleo, luego de sufrir su peor desplome en cuatro sesiones en los registros.