Como parte de su campaña por la nominación del Partido de Republicano para las próximas elecciones generales de 2024, el ex-presidente Donald Trump organizó un rally con sus partidarios en Durham, New Hampshire, la tarde del sábado, 17 de noviembre. A lo largo del evento, el ex-mandatario reforzó su postura anti-inmigrante al prometer una deportación masiva en caso de recuperar la presidencia del país.
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Al dar a conocer sus planes de política migratoria, Trump ofreció un polémico discurso en contra de la comunidad que cruza de manera ilegal a Estados Unidos, acusándola de “envenenar la sangre de nuestro país”, un comentario que rápidamente levantó críticas por su parecido con el discurso de Adolf Hitler en el manifiesto Mein Kampf (Mi lucha, en español), en el que el dictador alemán lanzó su crítica hacia la mezcla de razas.
“Dejaron entrar en nuestro país a 15 o 16 millones de personas. Cuando hacen eso, tenemos mucho trabajo que hacer. Están envenenando la sangre de nuestro país. Eso es lo que han hecho. Envenenan los psiquiátricos y las cárceles de todo el mundo, no sólo de Sudamérica, no sólo de tres o cuatro países en los que pensamos, sino de todo el mundo. Están entrando en nuestro país desde África, desde Asia, desde todo el mundo”, señaló Trump.
La respuesta del Presidente Biden
Ante tal discurso de odio, la campaña del actual Presidente Biden emitió un comunicado, criticando el discurso del expresidente Trump:
“Donald Trump canalizó sus modelos de conducta cuando repitió como un loro a Adolf Hitler, elogió a Kim Jong Un y citó a Vladimir Putin mientras se postulaba a la presidencia con la promesa de gobernar como un dictador y amenazar la democracia estadounidense. Trump no reniega de su plan de encerrar a millones de personas en campos de detención y sigue mintiendo sobre aquella vez en la que Joe Biden lo aniquiló por más de 7 millones de votos hace tres años”, sentenció el equipo Biden.
Así es la política de migración de Trump para 2025
Actualmente, Trump se mantiene como el favorito para representar al Partido Republicano en las elecciones presidenciales de 2024. En caso de convertirse en el candidato de su partido y resultar electo, el funcionario echaría a andar una política migratoria realmente estricta, con el objetivo de ponerle fin a la crisis que se vive en la frontera sur del país.
Entre las medidas a tomar que ya ha dado a conocer el republicano, se encuentra la “mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”, así como el fin de la ciudadanía por nacimiento y hasta redadas generalizadas en contra de inmigrantes indocumentados.