Dos hijos de Augusto Pinochet renunciaron a la herencia que dejó la viuda del dictador: cuáles son las razones

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Marco Antonio y María Verónica repudiaron la totalidad del porcentaje de herencia que debían recibir tras la muerte de Lucía Hiriart a fines de 2021

María Verónica Pinochet Hiriart y Marco Antonio Pinochet Hiriart son dos de los cinco que tuvo el matrimonio entre Augusto Pinochet y Lucía Hiriart.

Y a 18 meses de la muerte de la viuda del dictador, ambos han decidido repudiar el porcentaje que les correspondía de la herencia de su madre.

María Verónica fue la primera en repudiar la herencia y otorgarle un poder a su hija Francisca Lucía Ponce para tomar decisiones y derechos concernientes al legado, de acuerdo con el noticiario 24 Horas,

El documento mediante el cual ella reniega de la herencia deja claro que la intención de Lucía Hiriart era beneficiar mediante porcentajes del legado a hijos y nietos, aunque con una condición: que fuera responsabilidad exclusiva de los hijos la situación de los nietos.

Pero ¿por qué renuncian a una herencia? El abogado Luis Mariano Rendón explicó que “una de las razones para repudiar una herencia es por gastos económicos. Es decir, tener en cuenta que es mayor la deuda que el patrimonio”.

Hasta donde se sabe, quienes continúan batallando por la herencia de Lucía Hiriart, quien falleció el 16 de diciembre de 2021, son los dos mayores, Lucía Pinochet Hiriart y Augusto Pinochet Hiriart. Y la menor, Jacqueline Pinochet Hiriart.

El repudio de herencia es un acto legal por el cual una persona renuncia a bienes y derechos que le corresponden como heredero. Y, como sucede en este caso, puede explicarse a la existencia de deudas asociadas a esta herencia.

  Marco Antonio Pinochet siguió el ejemplo de su hermana María Verónica y renunció a todo derecho sobre los bienes de su madre. Marco Antonio Pinochet siguió el ejemplo de su hermana María Verónica y renunció a todo derecho sobre los bienes de su madre.

El 8 de febrero de este año, en el 16 Juzgado Civil de Santiago, se efectuó la audiencia en la que se hizo efectiva la apertura del testamento de Lucía Hiriart, que era una diligencia solicitada por el Consejo de Defensa del Estado (CDE), el organismo que asume la defensa de los servicios públicos en Chile.

La diligencia se realizó en el marco de una demanda interpuesta en contra de los herederos testamentarios del dictador que busca recuperar recursos malversados a lo largo de los 17 años en que Pinochet se aferró al poder. Se estima que el monto total del perjuicio al erario nacional asciende a los USD 17.866.323, aunque de lo que deben pagar los herederos del dictador y su cónyuge se debe descontar lo que el estado ha recuperado.

Hasta el año pasado, el CDE había logrado recuperar 88 inmuebles de origen fiscal y otros 24 de origen particular que se consideraban parte del patrimonio de Cema Chile, la fundación que encabezó Lucía Hiriart, de acuerdo a un reportaje del diario La Tercera,

Se estima que entre 1973 y 1991, el Estado de Chile transfirió gratuitamente a la organización docenas de inmuebles, al menos 360. Y está documentado que a partir de 1990, Cema concretó la venta de al menos 136 de esas propiedades.

Lucía Hiriart, la viuda del dictador Augusto Pinochet, falleció el 16 de diciembre de 2021. EFE/Marco Mesina
Lucía Hiriart, la viuda del dictador Augusto Pinochet, falleció el 16 de diciembre de 2021. EFE/Marco Mesina

La investigación sobre fraudes sistemáticos al interior del Ejército de Chile ha dejado al descubierto otras situaciones que tienen a los Pinochet como protagonistas.

Óscar Izurieta Ferrer, ex comandante en jefe y ex subsecretario de Defensa, procesado por esta causa, reveló en un interrogatorio que el destino de parte de los gastos reservados, dineros que deben ser utilizados exclusivamente para materias de seguridad nacional, eran derivados para mantener a la familia cuando Augusto Pinochet ya no era presidente ni comandante en jefe. Por ejemplo, de ahí salían el pago de los escoltas y el numeroso personal que incluía médicos y enfermeros.

Izurieta incluso confesó que un par de veces, cuando todavía era el uniformado de más alto rango en el Ejército, la misma Lucía Hiriart lo llamó para solicitarle ayuda económica.