La economía de Venezuela, que se espera que cierre en negativo este año, experimentará un crecimiento de más del 9% en 2024, según estimaciones de expertos. Sin embargo, este crecimiento está sujeto a variables clave como el proceso electoral interno y la política de sanciones de Estados Unidos.
Actualmente, Venezuela se encuentra en un periodo de incertidumbre a la espera de las decisiones del gobierno de cara a las elecciones, las cuales son seguidas de cerca por la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos. Este último condicionó el levantamiento de sanciones a la habilitación de la candidata opositora María Corina Machado, quien actualmente no puede ocupar cargos públicos hasta 2030.
La flexibilización de las sanciones, que vence en abril, también está condicionada a la liberación de los estadounidenses detenidos en Venezuela. Según Ecoanalítica, si se mantiene la suspensión de las sanciones hasta abril, se espera un crecimiento importante de entre el 9% y el 10% en comparación con 2023.
Sin embargo, este escenario depende del cumplimiento de los acuerdos establecidos. Si se reactiva la situación de los presos políticos o si hay un mayor radicalismo por parte del oficialismo, el panorama podría cambiar de manera negativa.
Para el año 2024, se espera un aumento en los ingresos del país debido a la venta de petróleo, lo que podría generar una entrada adicional de más de 5.000 millones de dólares si se levantan las sanciones hasta abril, y cerca de 10.000 millones si se extienden durante todo el año. Esto permitiría a Venezuela regresar a los mercados internacionales y vender su petróleo sin descuentos.
No obstante, el impacto de estos mayores ingresos en la economía dependerá del manejo que el gobierno haga de los recursos. Si se destinan a aumentar el consumo a través de transferencias directas a la población, se podría ver una mejora en el comercio e industria del país.
En cuanto al salario, los trabajadores, especialmente del sector público, no tienen un panorama alentador. Desde marzo de 2022, el gobierno ha congelado el salario mínimo y las pensiones en 130 bolívares, lo que ha llevado a una disminución significativa del poder adquisitivo.
María Moreno, economista del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), señala que el gobierno no ha mostrado disposición para corregir el salario mínimo. Es posible que haya un aumento simbólico en 2024 debido a las elecciones, pero es poco probable que se corrija la brecha salarial existente.
En cuanto a la inflación, se espera una desaceleración en el primer semestre, seguida de un aumento en el segundo semestre y un cierre del año con una inflación cercana al 150%. Esto se debe, en parte, al aumento del gasto por parte del gobierno de cara a las elecciones, lo que aumentará la circulación de bolívares y la demanda de dólares, lo que a su vez podría aumentar el precio de la divisa y afectar el precio de bienes y servicios.
El economista no descarta la posibilidad de que Estados Unidos decida extender el levantamiento de sanciones en abril. Esto es algo en lo que están apostando las petroleras, que están invirtiendo a largo plazo. Si las sanciones se mantienen suspendidas durante todo el año 2024, se espera que la economía venezolana crezca más del 12%.
Según la Confederación de Industriales (Conindustria), el 98% de los empresarios privados del país están a favor de la flexibilización de las sanciones.