El más reciente informe sobre el terrorismo en 2022, publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, ha advertido sobre las amenazas significativas que representan los grupos armados en Colombia, Perú y Venezuela para la región.
El informe resalta que Colombia, Perú y Venezuela continúan siendo escenario de actividades terroristas, con la Segunda Marquetalia, las FARC-EP y el ELN perpetrando actos de terror en ambos países. Estos grupos han llevado a cabo acciones violentas como atentados con bomba, secuestros, violencia contra civiles y exmiembros desmovilizados de las FARC, así como ataques contra las fuerzas de seguridad. El informe también destaca que gran parte del territorio venezolano se encuentra desgobernado o mal gobernado, lo que ha facilitado la operación de estos grupos, especialmente el ELN, las FARC-EP y la Segunda Marquetalia.
En el caso de Colombia, existen diversas características que permiten que estos grupos operen impunemente, como el terreno accidentado, la densa cobertura forestal, las bajas densidades de población y la histórica debilidad del gobierno en algunas áreas. Esta situación se refleja en las fronteras con países como Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
Sin embargo, no solo Colombia y Venezuela son considerados como amenazas terroristas para la región. En Perú, el grupo Sendero Luminoso ha llevado a cabo ataques contra los servicios de seguridad y civiles. El informe destaca también las actividades ilícitas del grupo, como la extorsión, el tráfico de drogas y los asesinatos.
El informe también menciona la presencia y actividad del grupo terrorista Hizbulá, respaldado por Irán, en el hemisferio occidental. Se destaca la recaudación de fondos realizada por sus seguidores y financiadores en lugares estratégicos, así como la presencia de algunos de sus miembros en países como Brasil, Chile, Colombia, Panamá, Perú y Estados Unidos.