La Corporación Financiera Internacional (CFI), parte del Banco Mundial, está instando a los principales fondos soberanos del mundo a invertir en países emergentes, especialmente en América Latina, debido al potencial de la región. Alfonso García Mora, vicepresidente para Europa y América Latina de la CFI, destaca la importancia de los fondos soberanos como importantes inversores mundiales en las últimas décadas, pero señala que los países emergentes no se han beneficiado lo suficiente de esta realidad.
Los fondos soberanos, que son creados con el dinero de un Estado, especialmente en los países exportadores de petróleo, tienen activos por valor de hasta 11,3 billones de dólares. Sin embargo, en 2022, los países emergentes solo atrajeron el 14% de las nuevas inversiones de los fondos soberanos, lo que equivale a unos 10.000 millones de dólares, una cifra que García Mora considera que debe cambiar.
Afortunadamente, hay ejemplos alentadores, ya que muchos fondos soberanos están mostrando un creciente interés en las inversiones relacionadas con el desarrollo y el clima. Esto se refleja en su participación en la reunión anual del Foro Internacional de Fondos Soberanos que se celebra en Madrid, donde se reúnen más de 200 representantes de 45 fondos soberanos, inversores institucionales, bancos de desarrollo, empresas y representantes gubernamentales.
Después de tres años marcados por la pandemia y la deuda del sector público, la mayoría de las economías emergentes se han visto obligadas a reducir sus inversiones para financiar la transición energética. Aunque el capital privado está disponible, aún no fluye hacia los mercados emergentes y las economías en desarrollo en la escala necesaria.
En el caso de América Latina, García Mora estima que la región necesita una inversión de 150.000 millones de dólares al año para cumplir con los objetivos climáticos y abordar las necesidades de infraestructura en agua y saneamiento, energía, transporte y telecomunicaciones. Aunque la CFI destinó más de 12.000 millones de dólares a América Latina el año pasado, García Mora reconoce que contar con los fondos soberanos y los inversores institucionales sería de gran ayuda.
La percepción de alto riesgo por parte de los inversores es uno de los principales factores que limita la atracción de capital privado hacia los mercados emergentes, debido a los riesgos propios de cada país, así como los riesgos monetarios, regulatorios, de reputación y medioambientales y sociales. Sin embargo, desde la experiencia de la CFI, los riesgos son menores de lo que los inversores creen y los mercados emergentes pueden ser un destino atractivo para proyectos rentables de mitigación del cambio climático y generación de energías renovables.
Para fomentar la participación de los fondos soberanos y otros inversores institucionales, la CFI y otras instituciones de desarrollo pueden desempeñar un papel importante al movilizar inversiones y utilizar su conocimiento de los mercados emergentes para superar las limitaciones de cada país. La CFI puede reunir a diversas partes interesadas, como inversores institucionales, socios locales y otros actores clave, para coinvertir y generar confianza en los mercados emergentes.
El presidente del Foro Internacional de Fondos Soberanos, Obaid Amrane, ha expresado su convicción de que las conversaciones de esta edición ayudarán a aumentar la cooperación y el compromiso con la transición energética.