El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, anunció la cancelación de la invitación previamente extendida a la Unión Europea para observar las elecciones presidenciales del 28 de julio. La decisión se tomó como respuesta a las sanciones continuadas impuestas por la UE a figuras clave del gobierno y del partido en el poder.
«El Poder Electoral revoca y deja sin efecto la invitación que extendió a la UE para que participe a través de una misión de veeduría», declaró Amoroso, apenas dos meses antes de los comicios.
Según el CNE, la revocación se fundamenta en la defensa de la «soberanía» nacional y responde al «incalculable daño patrimonial infligido al pueblo, impactando la salud de niños y ancianos», afirmó Amoroso, aunque las sanciones de la UE están dirigidas exclusivamente a individuos y no a entidades que puedan afectar directamente al bienestar de la población venezolana.
Amoroso también señaló que las restricciones impuestas obstaculizan el acceso a medicinas y alimentos, y repercuten negativamente en áreas como la educación y la economía, limitando la libertad económica y el desarrollo nacional. «Las sanciones han resultado en una pérdida de 125.000 millones de dólares, fondos que indudablemente se habrían destinado a la inversión social», explicó.
Finalmente, desde el CNE se hizo un llamado a la UE para que elimine completamente las sanciones. «Desde el CNE exigimos a la UE que proceda al levantamiento total de las sanciones coercitivas unilaterales y genocidas impuestas a nuestro pueblo y cese su posición hostil contra Venezuela», enfatizó Amoroso.
Añadió que sería «inmoral» aceptar una misión de observación de la UE, considerando sus «prácticas neocolonialistas e intervencionistas», a pesar de que Venezuela aceptó una misión similar durante las elecciones regionales de 2021. La decisión se comunicará de inmediato a la UE para que «entiendan que no son personas gratas en este país mientras se mantengan las sanciones genocidas».
Con información de El Nacional