Estos despiadados pranes, en muchos casos armados y tolerados por el gobierno, están encompinchados con policías corruptos y protegidos por la inacción de la FGR y los cuerpos de investigación criminal y represión del delito armado.
Manuel Isidro Molina/ La Razón
Los recientes acontecimientos ocurridos en la parroquia La Vega de Caracas, municipio Libertador, reclaman una reflexión nacional. El delito nos arropa, Venezuela está enervada por los delincuentes, desde los más sanguinarios mafiosos y sus compinches corrompidos en el Sistema de justicia, hasta los pudrimillonarios saqueadores del erario y sus testaferros «privados», que incluyen una pléyade de «profesionales» ejecutores de la asociación para delinquir (muchos de ell@s creen que no son delincuentes).
La Vega llegó a ser, por los años 80-90, la parroquia caraqueña con mayor número de bandas armadas… Sin embargo, eso no releva la cruda responsabilidad de quienes han gobernado desde 1999 hasta hoy.
El tema es cómo revertir esa triste y violenta realidad que oprime al pueblo:
En Petare no es distinto con «El Wilexis» un criminal muy sanguinario que algunos locos e insensatos del gobierno llaman «líder negativo»!!!
Vean lo que me escribe una vecina de allá:
«Aqui, un niño de 14 años, se le escapó un tiro y mató a una niña de 13, y él (Wilexis) lo mató ese mismo día, de verdad eso me conmovió, y nadie pudo decir nada T. callados»
«Si uno habla algo él se entera, aqui vivimos como dice la cancion de Shakira…»
Y lo peor es que todos esos bandidos hicieron parte de la loca (y criminal) política de las «Zonas de Paz» que desde el gobierno le dio mando y control a los capos de las bandas sanguinarias, traficantes de drogas, sicarios y secuestradores extorsionadores.
Además, no hay estudios científicos ni cifras confiables sobre ese tipo de psicópatas, sus prácticas y el sufrimiento de las comunidades sometidas a «la autoridad» de estos despiadados pranes, en muchos casos armados y tolerados por el gobierno, encompinchados con policías corruptos y protegidos por la inacción de la FGR y los cuerpos de investigación criminal y represión del delito armado (CICPC, CPNB, FANB, policías regionales y municipales, etc.).
Este es un tema grueso para la AN, los sectores políticos y académicos, y el gobierno en sus tres niveles: nacional, regional y municipal.
Con variantes, el fenómeno está presente en todo el territorio nacional, especialmente Táchira, Zulia, Apure, Falcón, Miranda, Aragua, Sucre, Bolívar, entre otros estados, donde el delito se ha convertido en una madeja inexcrutable con la complicidad de actores muy corrompidos y criminales incrustados en el Sistema de Justicia, por lo que también este gravísimo componente de la tragedia histórica nacional, reclama la acción concertada del Poder Judicial y el Poder Ciudadano.
Así lo veo… ¡Es terrible!
Las comunidades en cada zona crítica o región, son víctimas sometidas al terror de la amenaza de los sanguinarios bandoleros y al castigo físico que va hasta la tortura y el asesinato más miserable y psicopático.
Me arrecha muchísimo, como venezolano amante de la paz y la honestidad, ver la sinvergüenzura de gobernantes y funcionarios del Sistema de Justicia, algunos de ellos pendientes de enriquecerse codiciosamente y «dejar pasar» la sangre y el sufrimiento de nuestropueblo.
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