El participante de ‘La vuelta al mundo en directo’ decidió renunciar a su plaza en el programa después de que se descubriera el crimen que cometió con 15 años.
El 8 de febrero de 2009, Antena 3 estrenaba un nuevo reality en su prime time. La vuelta al mundo en directo, presentado por Óscar Martínez, mostraría el recorrido de 15 parejas por varios países para hacerse con un premio final. Sin embargo, tras presentar a los concursantes y grabar las primeras etapas del camino, el formato tuvo que anunciar en su primera gala en directo que la pareja formada por Cyril y Paola finalmente no formaría parte del concurso. Aunque nunca se llegó a desvelar ante las cámaras, el motivo de este abandono forzoso ya era vox populi: el joven participante había asesinado a sus padres 15 años atrás.
Los dos concursantes tuvieron la oportunidad de explicar a la audiencia la razón de su salida. “Los medios no te dejan retomar tu vida ni abandonar tu pasado. Mi decisión es no darles pie a que sigan indagando y juzgando. No quiero seguir dando coba para que me linchen”, espetó el parricida. Su novia, por su parte, mostró su enfado por tener que dejar el programa “porque a alguien le dé la gana meter mierda en la vida de los demás” y aseguró que conocía la historia de su chico “desde el primer día” y le apoyó en todo momento.
Paola y Cyril, en ‘La vuelta al mundo en directo’. (Atresmedia)
Cyril fue invitado entonces por el presentador a explicar cuáles eran esos hechos de su pasado, pero se negó en rotundo: “No pienso aclarar nada, mi pasado está enterrado”, aseveró el joven, que en las entrevistas previas para entrar al programa había contado que sus padres murieron de forma trágica, aunque sin revelar más detalles.
El caso levantó una gran polvareda mediática de la que el programa salió al paso asegurando que el joven había pasado las pruebas psicológicas y no contaba con antecedentes penales, pues cometió el crimen siendo menor de edad y solo pasó tres años en un centro de menores. “Es mentira que buscásemos el morbo para ganar audiencia. Él contó que era huérfano”, se defendió Óscar Martínez.
En aquella expulsión tuvo mucho que ver la movilización de Benijófar, la localidad alicantina en la que Cyril había cometido el crimen. Pese a que habían pasado casi dos décadas, los vecinos del pueblo se estremecieron al ver que el parricida iba a formar parte del reality y se comunicaron de forma masiva con la cadena para que diera marcha atrás.
Así fue el crimen de Cyril Jaquet
Cyril Jaquet, en el entierro de sus padres. (EFE)
La mañana del 1 de agosto de 1994, el adolescente de 15 años Cyril Jaquet se encontraba solo en el chalet familiar, en la finca de los Algarrobos. El joven había tenido una fuerte discusión con sus padres, Oliver Jaquet e Isabel Merino, por lo que decidió esperar la llegada de ambos para acabar con su vida con la máxima frialdad.
Sobre el mediodía, Isabel entró en el domicilio y subió las escaleras para dirigirse a su dormitorio y cambiarse de ropa. Su hijo la siguió con una pistola semiautomática del calibre 7,65 en la mano y, sin que ella pudiera reaccionar, le dio tres disparos, dos en el cuello y uno en la coronilla. Una vez que había liquidado a su primer ‘objetivo’, esperó pacientemente la llegada de su padre para matarlo también a él.
Cuatro horas después del primer asesinato, Oliver llegaba a casa y, antes de que pudiera percatarse de lo que había ocurrido, su hijo le descargó siete tiros. Posteriormente, revolvió todos los enseres del chalet para simular un robo y se trasladó a la casa de sus abuelos, donde pasó la noche. A la mañana siguiente, regresó a casa y avisó a sus vecinos de que alguien había entrado a robar y había matado a sus padres.
La policía, sin embargo, no tardó en sospechar que el crimen había sido cometido por alguien muy cercano a la familia, que conocía perfectamente la casa y a las víctimas. Así, Cyril se convirtió en el principal sospechoso y comenzaron a darle pistas falsas sobre la investigación para presionarle. Finalmente, el joven confesó: “Fui yo”, dijo sin inmutarse. Al ser preguntado por los motivos, se limitó a explicar: “Los maté porque me regañaban y me pegaban”.
Al ser menor de edad, el parricida solo tuvo que pasar tres años en un centro de menores de la Comunidad Valenciana hasta cumplir la mayoría de edad. Allí mostró un comportamiento ejemplar y, tras su salida, fue acogido por sus abuelos paternos hasta que se trasladó a Mallorca para iniciar una nueva vida. Consiguió fichar por una compañía aérea y dejar atrás su macabro pasado hasta que su aparición en La vuelta al mundo volvió a despertar los fantasmas de su crimen. Tras la polémica, el joven desapareció y nadie en Benijófar sabe qué ha sido de él.
Infobae