El Gobierno israelí investigará el uso de softwares espías por parte de la Policía

0
410

Jerusalén, 27 de agosto (EFE). El Gobierno de Israel ha decidido crear un comité para investigar el uso de software espía, como el conocido programa Pegasus, por parte de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, esta decisión ha sido cuestionada por la fiscal general, quien teme que esto pueda interferir en los procesos judiciales de corrupción que se llevan a cabo contra el primer ministro, el conservador Benjamín Netanyahu.

El objetivo de este comité será formular una estructura regulatoria que establezca cómo se pueden utilizar estas herramientas avanzadas, con el fin de restaurar la confianza pública que se ha visto afectada por el caso Pegasus, según ha informado la oficina del ministro de Justicia, Yariv Levin.

Levin, quien es la mano derecha de Netanyahu y el responsable de la polémica reforma judicial que está impulsando el gobierno, presidió la votación del gabinete para la creación de este comité en ausencia del primer ministro.

El panel contará con poderes de investigación otorgados por el gobierno y se encargará de examinar la conducta de la Policía y la Oficina del Fiscal General en relación con la vigilancia, adquisición y recopilación de pruebas utilizando herramientas cibernéticas.

Por su parte, la fiscal general, Gali Baharav-Miara, ha enviado una carta a Levin para advertirle de que su ministerio no tiene la autoridad para formar un comité que investigue los procesos judiciales en curso. Además, ha expresado su preocupación de que este comité pueda interferir en el juicio por corrupción que se está llevando a cabo contra Netanyahu.

El software de vigilancia Pegasus, desarrollado por una empresa israelí, ha sido objeto de denuncias de espionaje contra periodistas, activistas, disidentes, políticos y funcionarios en varios países, incluyendo España.

Esta herramienta permite a los hackers acceder no solo al contenido de un teléfono inteligente, sino también al entorno en el que se encuentra, lo que les da acceso a las conversaciones. EFE