¡EL GRAN DESFALCO! Corrupción perenne que destruye a Venezuela

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El Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, parapetado en una simbiosis de políticos manipuladores y corruptos, asegura que combate la corrupción, pero los hechos demuestran lo contrario.

diariolasamericas

Aun cuando el fiscal general Tarek William Saab informó sobre el arresto de funcionarios públicos detenidos por sospechas de corrupción, hay informes que denotan casos por atender, que el régimen venezolano trata de ignorar.

La supuesta “cruzada contra la corrupción” de Maduro, que busca lavar su rostro en las encuestas, con miras a las anunciadas elecciones presidenciales, es denominada por la oposición como “una guerra interna dentro del régimen”, entre las que destacan la renuncia del presidente de Petróleos de Venezuela, Tareck El Aissami.

«En virtud de las investigaciones que se han iniciado sobre graves hechos de corrupción en PDVSA; he tomado la decisión de presentar mi renuncia como ministro de Petróleo, con el propósito de apoyar, acompañar y respaldar totalmente este proceso», señaló El Aissami.

Uno de los hombres más fuertes del régimen y aliado estrecho de Maduro, El Aissami agregó que está a la «orden» de la dirección del partido oficialista, el PSUV, para colaborar con las supuestas investigaciones de corrupción.

Entre los detenidos por la llamada Policía Anticorrupción están Joselit Ramírez Camacho, jefe de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip) de Venezuela y hombre cercano a Tareck el Aissami.

Horas después, Maduro designó al presidente de PDVSA, Pedro Tellechea, como ministro de Petróleo.

La historia recoge como el fallecido Hugo Chávez hiciera una purga de profesionales en 2003, en la que más de 18.000 trabajadores fueron despedidos tras la huelga petrolera en protesta por las políticas aplicadas por el gobierno.

De esta manera, PDVSA se convirtió en el brazo político del régimen de Chávez, cuando nombró a Rafael Ramírez presidente de la imprescindible institución petrolera que aporta al país miles de millones de dólares.

Posteriormente, Ramírez fue designado ministro de Petróleo, lo que terminó con agravar la situación.

De hecho, la corrupción en Venezuela va mucho más allá de la manipulación de los ingresos que representan el petróleo.

Por ello, el comunicador social y especialista en economía Alonso Camacaro enumera en su columna de opinión del portal web Alfayaracuyalgunos de los casos más relevantes en los últimos años.

  • Robo de 114.3 millones de dólares en el 2000, mediante Plan Bolívar 2000. General Cruz Weffer.
  • Robo de 300.000 millones de dólares de CADIVI en el 2003. Según Arreaza hasta 2014 habían ingresado al país 1 billón 182 mil millones de dólares. También dijo que, de ese total, 717.903 millones se invirtieron en el área social. Pues bien, los exministros Jorge Giordani y Héctor Navarro denunciaron en febrero de este año que, en el marco del control de cambio, vigente desde 2003, se malversaron unos 300.000 millones de dólares.
  • Robo de 30.000 millones de dólares en 2004 del sistema eléctrico nacional Jesee Chacón Escamillo, Nervis Villalobos y Javier Alvarado Ochoa.
  • En los años 2009 y 2011 se robaron 7.583 millones de dólares para importar alimentos, pero solo arribó al país 14% de la comida
  • En 2012 Roberto Rincón y Abraham Shiera, 1.000 millones de dólares de PDVSA
  • Robo de 10.000 millones de dólares del ferrocarril Eje Orinoco Apure
  • Robo de 7.000 millones de dólares del Ferrocarril La Encrucijada Puerto Cabello
  • Robo de 7.500 millones de dólares del ferrocarril Tinaco-Anaco por un monto de. La obra debía estar lista en 2012, se pagó completa, nunca se terminó.
  • Robo de 2.500 millones de dólares por el tercer puente sobre el río Orinoco. La obra debía estar lista en 2011, no se terminó.
  • Robo de 2.000 millones de dólares por el segundo puente sobre el Lago de Maracaibo (Nigale). Debía estar listo en 2018, no se terminó.
  • Robo de 4.904 millones de dólares del proyecto tren Guarenas-Guatire. La obra debía estar lista en 2012, se pagó completa, pero no se terminó.
  • Robo de 9.365 millones de dólares por el plan represa Tocoma (tres veces lo que costó la represa Caruachi). La primera turbina debió arrancar en 2012, jamás arrancó, la obra no se terminó.
  • Robo de Pulpaca para la producción de papel (periódico) y pulpa, una inversión 1.177 millones de dólares. Debía arrancar en 2010. Nunca se terminó la obra.
  • Robo de la Siderúrgica Abreu de Lima en el Estado Bolívar por un monto de 4.000 millones de dólares. La obra debía estar lista en 2012, se pagó completa pero nunca se terminó.
  • Robo de la EPS Fábrica de tubos sin costura, una inversión de 250 millones de dólares en construcción desde 2007 y paralizada definitivamente en 2011, Nunca se terminó la obra Sidor.
  • Robo del nuevo Hospital de San Félix. Vídeo del año 2014, Maduro aprobó 250 millones de bolívares para esa obra. A la fecha no han puesto ni un bloque.
  • Robo de 10.000 millones de dólares, quiebra de Agroisleña
  • Robo de 4.000 millones de dólares en la reparación de Planta generadora de Electricidad Planta Centro.
  • Robo de 1.500 millones de dólares de la planta generadora de electricidad de La Cabrera, estado Aragua.
  • Robo de 3.000 millones de dólares entregados a los Kirchner.
  • Robo de 3.000 millones en sobornos del Tuerto Andrade
  • Robo de 49.970 millones en febrero 2012. Rafael Ramírez, Eulogio del Pino y Pedro León aprobaron la adjudicación directa de equipo de mono boyas que nunca se cumplió.
  • Robo de 100 vehículos 2017. Orlando Enrique Chacón Castillo, quien fue el expresidente de la Contraloría General de la República (CRP) adquisición irregular de cien vehículos con sobreprecio, el monto de la factura de cada contrato en moneda nacional era equivalente a 166.392.101 bolívares, mientras que el costo en el mercado de dichos vehículos era de 84.918.887 bolívares.
  • Robo de 4.800 millones de dólares. Febrero de 2017: “se suscribieron contratos irregulares” desde la oficina de Inteligencia de Mercadeo y Política Petrolera, una filial de PDVSA con sede en Viena, capital de Austria, dirigida desde afuera por Rafael Ramírez.