El hombre con los pies más grandes del mundo es venezolano y estrena zapatos

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Encontrar calzados de su talla siempre fue una odisea para el joven venezolano Jeison Orlando Rodríguez. Cuando no tenía qué ponerse, el maracayero de 28 años usaba sandalias hechas de caucho y telas, hasta que finalmente conoció al alemán Georg Wessels, quien desde 2012 le ha fabricado calzados exclusivos y quien contribuyó a que llegara al Guinness, récord que obtuvo por tener los pies más grandes del mundo. Jeison hoy luce sus zapatos talla 70

El Pitazo

La llegada de unos nuevos zapatos representa la felicidad para Jeison Orlando Rodríguez, el venezolano de 28 años de edad con los pies más grandes del mundo. Georg Wessels viajó desde Alemania a Caracas para entregar los calzados a este joven, que en medio de su condición atraviesa grandes dificultades.

Rodríguez logró establecer el récord Guinness por los pies más grandes en una persona viva, en el año 2014. También es el segundo hombre más alto del mundo con una estatura de 2 metros con 38 centímetros, esto se debe a que a sus 12 años le diagnosticaron acrogigantismo, un trastorno endocrino relacionado con la producción excesiva de hormona del crecimiento, el cual es poco frecuente en la población.

Desde que Jeison comenzó a crecer aceleradamente a sus 10 años, también crecieron sus pies. A esa edad tenía una talla promedio, pero en poco tiempo llegó a calzar 60 y posteriormente 66, talla que mantuvo durante los últimos cinco años. Ya los zapatos le apretaban y fue cuando se dio cuenta de que ahora calza 70, la medida de sus nuevos calzados.

He estado al borde de la muerte siete veces porque hay momentos que tengo para comprar medicinas y otros en los que no

Durante seis meses aproximadamente, el señor Wessels, dueño de una fábrica de zapatos en Alemania, realizó el molde para los nuevos zapatos de Jeison Rodríguez. Para eso requirió unas huellas que le envió la embajada alemana en Caracas y también contó con la ayuda de su sobrino, quien es especialista en ortopedia.

Los tres pares de zapatos estuvieron listos y, este 23 de abril, Georg Wessels se los entregó personalmente a Jeison Rodríguez en Santa Cruz de Aragua, estado Aragua. La alegría de este joven se le nota en la mirada porque conseguir zapatos no es nada fácil. Ahora tiene calzados diseñados especialmente para él.


Me di cuenta de los problemas que los gigantes enfrentan en sus países, donde solo los utilizan para trabajar en circos o zoológicos

Un camino de dificultades

Desde que Jeison y sus padres supieron que tenía acrogigantismo comenzó un camino de dificultades.

Nació en condiciones normales, pero a sus 8 años presentó fuertes dolores de cabeza, luego a los 10 notaron su crecimiento de manera acelerada y finalmente a los 12 le detectaron su condición.

Comenzó a controlarse la enfermedad con un tratamiento especial y costoso. Actualmente gasta aproximadamente 1.500 dólares mensuales en medicinas, pero debido a que no cuenta con los recursos económicos suficientes hay momentos en que los deja de tomar. Eso afecta su condición y acelera más el crecimiento.

Jeison es de bajos recursos y solo se dedica a los contenidos que hace junto con marcas comerciales. Mientras espera ayuda por parte del Estado venezolano, recibe donaciones de organizaciones no gubernamentales y de personas anónimas que contribuyen con sus medicinas.

«He estado al borde de la muerte siete veces porque hay momentos en que tengo para comprar medicinas y otros en los que no. En muchas oportunidades toca pedir ayuda porque no es fácil conseguir tanto dinero para medicinas, pero siempre me cruzo en el camino a personas maravillosas», comentó Jeison en entrevista con El Pitazo.

Cuando era solo un niño se enfrentó a las burlas de los compañeros de clases y eso condujo a que en reiteradas ocasiones quisiera acabar con su vida. Sin embargo, comentó que Dios no lo quiso así y le dio otra oportunidad, a pesar de que se sentía derrotado.

«Antes vivía muy desesperado y preocupado, pero ahora confío en Dios y mientras tengo fe siempre encuentro todo lo necesario como es alimentos, trabajo, medicinas. Hay momentos buenos y malos», comentó el joven, quien se refugia en la oración.

Un diagnóstico inesperado y oportunidades

Los padres de Jeison Rodríguez siempre están a su lado. Una camioneta tipo van también acompaña a esta familia a sus destinos. En un encuentro en Caracas la señora Amalia de Rodríguez contó que nunca esperó el diagnóstico de su hijo, el menor de cuatro y único con su condición.

Aseguró que adaptarse a las necesidades de Jeison es difícil, incluso viviendo en una casa que ya le quedó pequeña para su tamaño. La cama, el baño y los mesones de la cocina han sido adaptados para que el joven pueda realizar sus necesidades sin mayor complicación, pero ya requiere de un nuevo hogar.

Jeison Rodríguez relató que lo más difícil de ser el segundo hombre más grande del mundo es pasar por los lugares pequeños, sentarse en asientos bajos y adaptarse a un mundo distinto, pero cree que también es una bendición serlo porque eso le abrió grandes puertas y le permitió viajar a Francia, Holanda, Alemania e Italia.

Aunque ha conocido otros países y le han ofrecido hogar fuera de Venezuela, aseguró que le gusta su país natal y es donde desea continuar. Solo quiere viajar y conocer otras naciones.

Uno de sus sueños es ser cocinero, pero cree que su propósito más importante es ayudar a otras personas que sufren una situación similar a la de él y proveer a las familias el apoyo necesario para enfrentar cualquier adversidad que se les presente.