En comparación con septiembre del año pasado se registraron aumentos notables en los precios de los alimentos y de los alquileres, dijo el Departamento de Trabajo
El índice de precios al consumidor (IPC) de Estados Unidos subió un 0,4 % en septiembre llevando la inflación anual al 5,4 %, una décima más que en el mes anterior, informó hoy la Oficina de Estadísticas Laborales.
La mayoría de los analistas esperaba una tasa anual de inflación del 5,3 % en septiembre y el dato oficial marcó el nivel más alto en 13 años.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente en septiembre fue del 0,2 %, con una tasa anual del 4 %.
La economía más grande del mundo se ha enfrentado a los aumentos de precios a lo largo de este año a medida que las empresas reabren tras los cierres por el Covid-19 en 2020 y las cadenas de suministro se enfrentan a la escasez y las demoras.
Los precios de la energía subieron en septiembre un 24,8 % y los de los alimentos subieron un 4,6 %, según el informe del gobierno. Los precios que pagan los consumidores por la gasolina aumentaron un 1,2 % el mes pasado y han subido un 42,1 % en un año.
Los índices de precios de alimentos y de vivienda contribuyeron en más de la mitad de los incrementos mensuales.
La inflación es uno de los principales motivos de preocupación en EEUU, ya que se encuentra en niveles no vistos en más de una década.
Hasta ahora, la Reserva Federal ha insistido en que las tasas elevadas de inflación tendrán un carácter transitorio, aunque el dato de este miércoles demuestra que no terminan de bajar como esperaba el banco central.
En ese sentido, el banco central ha indicado que puede comenzar a retirar el estímulo monetario para fines de año, algo que podría afectar las expectativas de crecimiento globales.
Los opositores del presidente Joe Biden también han utilizado los aumentos de precios para argumentar que sus planes de gasto son excesivos.