El plan de la Policía boliviana para capturar al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset durante un partido de fútbol fracasó.

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Fue debido a que los empleados de seguridad de Marset detectaron la vigilancia que las fuerzas del orden estaban llevando a cabo en las inmediaciones de la casa donde vivía.

Con Informacion de Infobae

Había drones rondando la zona, lo que alertó a los hombres de seguridad de Marset y los llevó a secuestrar a un policía que estaba participando en el operativo.

Antes del operativo, el ministro del Interior uruguayo, Luis Alberto Heber, informó a las autoridades bolivianas sobre la ubicación de Marset durante una reunión de ministros de Seguridad del Mercosur en Argentina.

Con esta información, la policía boliviana planeó detener al prófugo durante el partido de fútbol en el que jugaba para un equipo de la segunda división de Santa Cruz de la Sierra.

El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo Del Castillo, muestra los distintos documentos que usó Marset para eludir a las autoridades.

Sebastián Marset, quien es prófugo de la justicia y acusado del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ingresó a Bolivia con diferentes identidades en el pasado.

En este caso, estaba jugando en un equipo bajo el nombre de Luis Amorim, un ciudadano brasileño.

Aunque algunos testigos afirman haber visto a un hombre con características similares a las de Marset, las autoridades aún no tienen certeza de su paradero, ya que recibieron información contradictoria sobre si permanecía en Santa Cruz o se había fugado a Cochabamba.

Como resultado de los operativos, la jueza boliviana Livia Alarcón envió a prisión preventiva a 10 de las 12 personas detenidas, incluyendo a los futbolistas Christian Latorre y Marcelo Casavieja, mientras que la pareja de Latorre recibió medidas sustitutivas.

La fiscal del caso, Delmy Guzmán, acusa a los detenidos de cometer varios delitos, incluyendo privación de libertad, robo agravado, lesiones graves y leves, organización criminal, asociación delictuosa y atentado contra los miembros de organismos de seguridad del Estado.

Hasta el momento, las autoridades bolivianas continúan custodiando las casas donde presuntamente vivió Marset desde septiembre del año 2022 en busca de pistas que puedan llevar a su captura.