SIN LUZ, PERO CON TECNOLOGÍA | Primer robot mesero en Venezuela atrae clientes y sirve café a Maduro

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En Venezuela, la tecnología de robots camareros es casi inexistente, a diferencia de países como Japón, China y Estados Unidos. Sin embargo, Bella Fátima, el primer robot mesero en llegar al país, ha tenido un gran éxito en un restaurante de Los Teques, Miranda. Incluso tuvo el honor de servirle café al presidente Nicolás Maduro durante uno de sus programas de televisión. Aunque el país enfrenta grandes limitaciones debido a la crisis económica y la precariedad de los servicios, la llegada de Bella Fátima ha generado una gran expectativa entre los clientes y ha atraído a comensales de diferentes partes de Venezuela.

Bella Fátima es un robot de la empresa japonesa Pudu Robotics, con sede en China, y fue traído al restaurante Show de Carnes en junio pasado. Aunque su función es limitada, se encarga de transportar platos, vasos y tazas vacías, así como de entregar comidas y bebidas a los clientes. También es capaz de cantar cumpleaños, lo que la convierte en un atractivo adicional para los clientes. La llegada de Bella Fátima ha sido todo un éxito para el restaurante, que ha experimentado un aumento en la afluencia de clientes desde su llegada.

A pesar del entusiasmo generado por la llegada de Bella Fátima, la integración de la robótica en Venezuela enfrenta diversos desafíos. Uno de los principales retos es la falta de redes estables de conectividad, lo que dificulta el uso de tecnologías como los autos sin conductor. Además, el país tiene un rezago importante en temas de conexión a internet, lo que limita su capacidad para aprovechar al máximo la inteligencia artificial. Aunque Venezuela no está siendo proactiva en el uso de esta tecnología, se ha convertido en una fuente de mano de obra barata para alimentar los distintos repositorios de información de inteligencia artificial.

En cuanto al costo de los robots camareros, los precios varían entre $7,000 y $20,000 dólares, dependiendo de las características, modelo y marca. A pesar de la inversión necesaria, el restaurante decidió traer a Bella Fátima con el objetivo de impulsar el país y dar a conocer la visión futurista y el avance de la inteligencia artificial.

Aunque algunos empleados tenían miedo de que los robots reemplazaran su trabajo, han descubierto que Bella Fátima no puede realizar todas las funciones de un mesero. Aunque ayuda en el transporte de vajillas, no toma pedidos ni ofrece sugerencias a los clientes. En general, la presencia de Bella Fátima ha sido una experiencia positiva y ha despertado el interés y la curiosidad de los clientes, quienes aprovechan la oportunidad para fotografiarse junto a ella.

A pesar de las limitaciones y desafíos que enfrenta Venezuela, la llegada de Bella Fátima ha sido un paso hacia adelante en la integración de la robótica en el país. A medida que avance la tecnología y se superen los obstáculos, es posible que se vean más robots camareros en restaurantes y otros establecimientos en el futuro.

VOA