Este mes se cumplen 15 años del cierre de Radio Caracas Televisión. El 27 de mayo de 2007 a la medianoche dejó de ser uno de los canales más populares del país. Un día triste en la historia de los medios de comunicación nacionales que además develó el lado más oscuro de Hugo Chávez. Una medida que hasta el último momento el pueblo pensaba que podía anular, pero que él consideró una de sus grandes hazañas, por la que será recordado como el asesino de la libertad de expresión. Y, además, una acción que dejó como mandato a sus seguidores.
No se puede negar que su heredero ha cumplido a cabalidad con esta orden primordial para el mantenimiento del poder, pues desde que llegó a Miraflores en 2013 han dejado de circular 68 periódicos en todo el país. Por lo menos hay 10 estados de Venezuela que no tienen periódicos impresos. Esto lo cuenta el Instituto Prensa y Sociedad en ocasión de la publicación de la clasificación anual de los países de acuerdo con la libertad de expresión que hace la ONG Reporteros sin Fronteras.
Periódicos desaparecidos, emisoras de radio cerradas, páginas web bloqueadas. Todo eso hace que Venezuela sea uno de los países peor evaluados, en el puesto 159 de 180, con 14 puntos por debajo de Cuba. De allí viene la receta, de la isla y su régimen dictatorial de más de 60 años; precisamente ahogar la libertad de expresión de los cubanos le ha servido a los Castro y sus adláteres para someter a la sociedad, para instaurar un solo pensamiento y para minimizar las quejas. Sobre todo esto último.
Este periódico tiene su propia historia de enfrentamiento con el gobierno chavista. Pocos años después de la llegada de Chávez al poder, cuando comenzaron a verse los desastres y la corrupción, El Nacional hizo lo que es responsabilidad de todo medio de comunicación, denunciar, alzar la voz por los afectados y exigir respuestas. Por eso hemos sido blanco de los más duros ataques. Dejamos de circular como muchos otros y ahora hasta nos quitaron la sede del diario con la rotativa.
Reporteros sin Fronteras afirma que los ataques que reciben los periodistas “socavan la profesión y fomentan los procedimientos judiciales abusivos, las campañas de difamación e intimidación -sobre todo contra las mujeres- y el acoso en línea contra los periodistas críticos”. Eso viven los reporteros venezolanos que valientemente se mantienen en las calles y que publican todos los días por los medios que tienen a la mano. Esto es admirable y digno de reconocimiento.
Espacio Público registra 2018 como el peor año de estos ataques, pues en esos 12 meses cerraron un total de 40 periódicos. Los que quedan, tienen limitados recursos, pero además muchos tienen de una u otra manera la presión del gobierno chavista sobre lo que publican o dejan de publicar.
Y aunque los números sean solo de periódicos, emisoras y canales, lo que realmente importa con este empeño de acabar con los medios es que cada uno que cierra es una oportunidad menos para que la ciudadanía se exprese, exija, denuncie o pida. Es la libertad de expresión de todos los venezolanos, no solo de los que trabajan en la prensa, la que se ve coartada, es un derecho humano menos.
No nos cansaremos de denunciar esta violación porque es vital para todos los venezolanos recuperar los medios que hagan posible que su voz se escuche y que los responsables de la conducción del país puedan rendir cuentas.