Guyana, un pequeño país sudamericano, está experimentando un auge petrolero mientras su vecino, Venezuela, sigue inmerso en una profunda crisis. Un consorcio de compañías extranjeras, encabezado por ExxonMobil, está explotando el bloque Stabroek, ubicado cerca de las costas de Guyana. Este territorio de 28.600 kilómetros cuadrados se ha convertido en la joya de la corona del país, impulsando su crecimiento económico de manera significativa.
El descubrimiento de los yacimientos petroleros en Stabroek hace nueve años y su explotación desde 2019 han llevado a Guyana a tener el mayor aumento porcentual de su producto interno bruto a nivel mundial. Según el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Guyana ha experimentado un crecimiento económico sin precedentes.
El bloque Stabroek es operado por un consorcio conformado por ExxonMobil, que posee el 45% de las acciones, Hess Guyana Exploration, que adquirió Chevron hace cuatro meses y posee el 30%, y la China National Offshore Oil Corporation Petroleum Guyana, propiedad del Estado chino, con el 25% restante.
Mientras Guyana prospera gracias a su boom petrolero, Venezuela se encuentra sumida en una crisis en su industria petrolera. La producción de petróleo en Venezuela ha disminuido drásticamente en los últimos años debido a despidos masivos, falta de mantenimiento de instalaciones, sanciones económicas y corrupción en la estatal PDVSA. En contraste, la producción en Stabroek ha aumentado considerablemente, superando la producción total de Venezuela.
El director de producción de ExxonMobil en Guyana, Huzefa Ali, anunció recientemente que la producción en Stabroek ha aumentado a 640.000 barriles por día y se espera que supere los 1,2 millones de barriles por día para el año 2027. En comparación, la producción de petróleo de Venezuela ronda los 800.000 barriles por día, según cifras oficiales.
La situación en Venezuela ha llevado a que el país no sea atractivo para nuevos inversores en la industria petrolera. La falta de estabilidad política y condiciones legales favorables ha provocado que las inversiones se alejen de Venezuela. Además, las negociaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición, con el objetivo de lograr mejores condiciones democráticas, todavía están en curso.
El bloque Stabroek ha sido el escenario de numerosos descubrimientos de yacimientos petroleros en los últimos años, lo que ha llevado a estimar las reservas en alrededor de 11.000 millones de barriles de petróleo. Además, se espera que Stabroek se convierta en el epicentro de un proyecto gasífero en colaboración con el gobierno de Guyana para reducir el costo de la electricidad en el país.
La disputa territorial entre Venezuela y Guyana también ha afectado la industria petrolera en la región. Venezuela ha advertido a ExxonMobil sobre sus planes de exploración en aguas cercanas al territorio en disputa del Esequibo. Ambos países han llevado el caso ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU. A pesar de esto, Guyana ha dejado claro que no realizará exploraciones energéticas cerca de aguas venezolanas por el momento.
En resumen, Guyana está experimentando un auge petrolero sin precedentes gracias a la explotación del bloque Stabroek, mientras que Venezuela continúa sumida en una crisis en su industria petrolera. La producción en Stabroek ha superado a la de Venezuela y se espera que siga aumentando en los próximos años. La disputa territorial entre ambos países ha generado tensiones en la región, pero Guyana ha dejado claro que no realizará exploraciones en aguas cercanas a Venezuela por el momento.