El opositor venezolano Rolando Figueroa vuelve a estar al borde de la extradición a su país después de que el Ministerio de Interior le haya vuelto a denegar el asilo político. Asegura que el presunto delito de estafa por el que le reclama Caracas es fruto de una causa “inventada” para perseguirle por” pensar distinto” al Gobierno de Nicolás Maduro. Por ello, ruega a España que revise su caso antes de enviarlo a Venezuela, donde se enfrenta a un “riesgo de muerte”.
Por EuroPress
La batalla legal de Figueroa se remonta a 2018, cuando la Justicia venezolana pidió su extradición por, supuestamente, haber estafado a una mujer que había contratado varios tratamientos médicos con una empresa de productos sanitarios. La presunta víctima habría pagado más de 200.000dólares sin recibir tratamiento alguno, de acuerdo con el relato recogido en la resolución del Ministerio de Interior, al que ha tenido acceso Europa Press.
Su extradición quedó aprobada en julio de 2020 pero, por problemas logísticos relacionados con la pandemia, no llegó a materializarse. Un año después se reactivó. Figueroa pasó unos meses encarcelado en Teixeiro (Coruña) hasta que salió en libertad condicional después de que su entrega quedara suspendida por esta segunda petición de asilo.
El pasado 12 de abril, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska le negó nuevamente el asilo por las mismas razones que la primera vez: “No hay datos para apreciar que el solicitante desarrollase una actividad relevante de oposición política ni que haya sido víctima de cualquier forma de represión o persecución por tal motivo”.
Interior entiende que tuvo una participación política “limitada y común”, de modo que “su situaciónpersonal no difiere de lo que ocurrió y ocurre actualmente en Venezuela, un clima de crispaciónpolítica en el que no comulgar con las ideas del Gobierno sitúa a los ciudadanos venezolanos en esegran contingente de los llamados ‘opositores’”.
“Ello en sí mismo no deja de ser un reflejo de un clima político polarizado, sin que el simple hecho deser llamado ‘opositor’ y ser víctima por ello de amenazas genéricas por parte de grupos afines alrégimen de Maduro suponga una persecución singular y concreta que permita inferir respecto detodas las personas que no comulgan con el ideario del Gobierno (que) están en necesidad deprotección internacional”, concluye el Ministerio.
Esta última denegación de asilo podría reavivar la extradición, aunque el bufete Ismael OliverAbogados, que ha asumido la causa ‘pro bono’, trabaja ya en varios recursos, tanto en la víaadministrativa como en la judicial. “Mi detención y entrega a las autoridades venezolanas puede serinminente”, resume Figueroa, en una entrevista con Europa Press.