Escasez de gasolina en Venezuela se propaga más rápido que el covid-19

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Casi al mismo tiempo que se decretó la cuarentena nacional el pasado 17 de marzo, varios estados del país comenzaron a registrar fallas y escasez de gasolina, afectando a sectores prioritarios, personal médicos y pacientes crónicos

Valentina Rodríguez Rodríguez / TalCual

La escasez de gasolina le ganó al covid-19 en Venezuela. La cuarentena nacional decretada por Nicolás Maduro se ha visto burlada por las largas filas de vehículos en estaciones de servicio de todo el país. En algunas regiones no hay combustible ni para mover una ambulancia. Aunque ilógico, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, el “país potencia” no puede trasladar a un posible caso de covid-19 a un centro asistencial.

Desde el pasado 20 de marzo no hay estado de Venezuela que no reporte fallas o restricciones en el suministro de combustible. Táchira y Zulia son algunos de los estados que tenían restricciones en el suministro de combustible desde antes de la cuarentena nacional decretada, el pasado 16 de marzo, para evitar la propagación del covid-19 en el país. Ambas entidades fueron las primeras en decretar la suspensión de suministro de combustible, posteriormente indicaron que sólo serían atendidos vehículos de sectores prioritarios: salud, la alimentación, seguridad y telecomunicaciones.

En Anzoátegui, donde se encuentra una de las refinerías que producen gasolina (Puerto La Cruz), antes de la cuarentena ya había colas en algunas estaciones de servicio. El jueves 12 de marzo volvieron las largas filas de vehículos a las bombas de la zona norte del estado oriental. En Barquisimeto, el 16 de marzo, tras el decreto de “estado de alerta” se vio la misma escena, pero en previsión a posibles medidas.

La última vez que se vivió una situación similar en el país fue entre finales de diciembre de 2019 y las primeras semanas de enero de 2020. En algunas regiones se “estabilizó” el suministro de combustible, en otros no. Sin embargo, en esta oportunidad parece que la refinería de El Palito se encuentra en ajustes de la Unidad de Craqueo Catalítico (FCC) para reactivar la producción de gasolina de 91 octanos, informó a TalCual una fuentes del sector de servicios del petróleo.

Un día más tarde del inicio de la cuarentena nacional, el 18 de marzo, la mayoría de las gasolineras de la zona norte de Anzoátegui estaban cerradas y sin combustible, las pocas que estuvieron abiertas recibieron la orden de surtir sólo a los funcionarios públicos que tenían permiso de salir a la calle, informó el director de la Federación Unitaria de los Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Eudis Girot.

En el municipio Iribarren de Lara sólo estaban funcionando el 10% de las estaciones de servicio, aseguró Azalea Colmenárez, secretaria general del Sindicato de Trabajadores Gasolineros a El Impulso; en Táchira nada más cuatro bombas estaban atendiendo el plan de contingencia; y en Yaracuy la estaciones de servicio fueron cerradas por orden expresa de Pdvsa y autoridades militares: el combustible almacenado en los depósitos quedaría como reserva estratégica para los organismos de seguridad y el transporte de bienes esenciales.

A 72 horas de la cuarentena
Cumplidas las primeras 72 horas de la cuarentena nacional la escasez de gasolina se había propagado por el país más rápido que el covid-19: en Anzoátegui sólo dos estaciones de servicio ubicadas al norte de la entidad, las bombas Guaraguao y Caribe, surtían gasolina a efectivos militares y médicos, así como a distribuidores de alimentos, de agua potable y personal de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), al igual que a representantes de medios de comunicación. Seis días más tarde, estas mismas estaciones mostraban colas kilométricas de carros de los sectores prioritarios. Para este momento la cantidad de unidades de transporte público operativas era muy poca, la razón: el 10% de la flota que estaba al servicio de la colectividad durante la cuarentena, la escasez de gasolina no les permitía trabajar.

En Falcón comenzaba la escasez, en la entidad donde se encuentra la segunda refinería con mayor capacidad del mundo: Complejo Refinador de Paraguaná, las estaciones de gasolina de Coro, Tucacas, Sanare y Paraguaná mostraban colas interminables (hasta de 7 cuadras, reseñó La Mañana), sólo 10 bombas están habilitadas para ofrecer el servicio a todo el estado.

A partir del 28 de marzo, el gobernador Víctor Clark instauró un pico y placa: el suministro de gasolina se haría dependiendo del último número de la placa de los carros.

El 21 de marzo «ni para equipar una ambulancia» había gasolina en Carora (Lara), reportó El Impulso; el traslado de queso, leche y vegetales de fincas para abastecer el mercado local también estaba afectado. Cuatro días después conductores y motorizados de Barquisimeto abarrotaron la estación de servicio del Terminal de Pasajeros (habilitada para los vehículos prioritarios) a la espera de abastecerse de combustible.

En San Cristóbal (Táchira) por decisión de la directiva del Sindicato de Transporte del estado, el servicio fue suspendido de manera indefinida, alegaron: la falta de combustible, concretamente gasoil para poder mover las unidades; y para proteger a todos los conductores de cualquier contagio de covid-19. Y en Zulia, aun cuando la gobernación estableció que cada municipio contaría con una estación de servicio y la zona metropolitana con cuatro, muchos tuvieron que recurrir a la economía informal: a dos dólares se cotiza el litro gasolina (en pimpina) durante la cuarentena.

Personal médico sin gasolina
Mientras en otras latitudes aplauden y consideran a los profesionales de la salud, por su rol indispensables, activo y protagónico en medio de la pandemia del covid-19, en Venezuela luchan contra el virus, con la precariedad del sistema sanitario y con las colas para surtir gasolina. En Ciudad Guayana (Bolívar), a cuatro días de la cuarentena nacional, los médicos y personal sanitario trasteaban salvoconductos para comprar gasolina, también los distribuidores de equipos médicos. El despacho del líquido quedó restringido a seis estaciones de servicio.

El 25 de marzo, tras 12 horas de cola en una de las estaciones de servicio incluidas en el Plan de Distribución de Combustible para los trabajadores de la salud en Anzoátegui, los médicos advirtieron sobre la posible paralización de sus funciones ante dificultades para echar gasolina. Dos días más tarde, en Lara, médicos y otros profesionales del sector salud madrugaron para asistir a un operativo especial, organizado por la Dirección de Salud del estado Lara, para llenar el tanque de sus automóviles: perdieron el tiempo, nadie pudo abastecerse, no había combustible en ninguna bomba de Barquisimeto.

Pacientes renales y oncológicos tampoco se salvan
Desde que se puso en marcha la cuarentena nacional para evitar la propagación del covid-19, los pacientes renales y los oncológicos de Anzoátegui, Bolívar, Falcón, Lara, Yaracuy, Táchira y Zulia han visto afectados sus tratamientos, por las restricciones de tránsito, las fallas en el suministro de agua y la escasez de gasolina.

El pasado 25 de marzo, La Verdad reseñó que un grupo de unas 100 personas, de ambas patologías, esperaron más de 12 horas por gasolina en la estación de servicio El Pinar de Maracaibo. No tuvieron respuesta.

Este 31 de marzo, cuando se cumplieron 14 días de cuarentena, la distribución de combustible no llega al uno por ciento en el país, este fue el resultado de la Encuesta Nacional del Impacto del covid-19, realizada por la comisión de Juan Guaidó para evaluar la emergencia ante la pandemia. No hay combustible ni para mover una ambulancia, ni pública ni privada, en Barquisimeto y Cumarebo; pero recientemente fueron enviados a Cuba cuatro barcos cargados de gasoil.