El gigante del comercio electrónico ha sido acusado de utilizar los escáneres portátiles que se usan para seguir los envíos para controlar los movimientos y la actividad de sus empleados de almacén
Amazon estaría rastreando los movimientos y registrando cada minuto del llamado «tiempo libre de tareas» de sus trabajadores mediante los escáneres portátiles que usan para seguir los paquetes de los clientes y las personas acusadas de estar perdiendo el tiempo en horario laboral son penalizadas o incluso despedidas, según documentos internos obtenidos por Vice revelados este jueves.
Estos informes, que fueron presentados ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales en el marco de una disputa en el almacén JFK8, el más grande de la empresa en Nueva York y recientemente sindicalizado, indican que en caso de que un empleado acumule de 30 a 59 minutos de inactividad en un año, recibe una primera advertencia escrita, pero si llegan a ser de 60 a 119 minutos en una sola jornada o acumula una advertencia y otros de 30 a 59 minutos en un mismo año, puede ser despedido.
Según el reporte, el gigante estadounidense de comercio electrónico registra la cantidad de minutos que sus empelados pasan en el baño, hablan con sus compañeros o van a una planta equivocada. En una de las tablas que se adjunta a los documentos, también fueron anotados 11 minutos durante los que uno de los trabajadores afirmó «no recordar» lo que estaba haciendo.
Asimismo, en 2019 Amazon solicitó a los gerentes del JFK8 identificar al «principal infractor» de cada turno calculando sus momentos de inactividad a través de su escáner de artículos. Tras reconocer a esa persona, debían interrogarla sobre su paradero por cada marca de tiempo registrada en el sistema como improductiva y disciplinarla, si se consideraba apropiado.
Durante ese interrogatorio, el gerente podía preguntar al empleado «si hubo barreras reales que justifiquen la deducción de tiempo» calificado de ocioso. Además, Amazon también usa imágenes obtenidas por cámaras de vigilancia para corroborar las afirmaciones de los trabajadores sobre su paradero. Según una de las listas reveladas, 18 personas fueron despedidas del almacén JFK8 por acumular más de dos horas «libres de tareas» en un solo día entre el 1 de enero y el 25 de febrero de 2020.
Los propios trabajadores de dichas instalaciones explicaron al medio que no tienen constancia de cuánto tiempo inactivo consta a sus nombres y aseguraron que evitan beber agua, así como tomarse descansos para ir al baño por miedo a recibir un aviso o ser despedidos.
Por su parte, Amazon no respondió a las preguntas sobre si estas políticas todavía están vigentes en JFK8 o si están siendo utilizadas en otros almacenes del país norteamericano.
No es el único informe
No es la primera polémica de este tipo en la que se ve envuelta el gigante del comercio electrónico. Así, en 2020, otro informe denunció que Amazon había creado una extensa infraestructura de control y vigilancia de sus empleados que puso bajo un intenso escrutinio a cada trabajador y rastreaba todos sus movimientos, recurriendo a métodos «cada vez más invasivos» y «creando condiciones excepcionalmente opresivas» para el trabajo.
En 2021, una exempleada de Amazon que dice padecer el síndrome del intestino irritable aseguró que la compañía la despidió por ir al baño demasiadas veces al día en horario laboral.
En enero de 2022, se informó que Amazon había notificado a sus trabajadores en EE.UU. que recortaría las bajas médicas pagadas a aquellos que dieran positivo por coronavirus o que se vieran obligados a ponerse en cuarentena por haber entrado en contacto con personas infectadas.
Un mes después, una representante de la empresa supuestamente amenazó a los empleados del almacén JFK8 con que podrían ver sus salarios reducidos al mínimo si decidían organizar un sindicato.