Un grupo de activistas feministas se ha reunido nuevamente en Madrid este viernes por la tarde para mostrar su apoyo a las jugadoras de la selección femenina de fútbol y exigir la dimisión de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Con consignas como «sin heridita también es agresión», las manifestantes han expresado su descontento con el beso que Rubiales le dio a Jenni Hermoso durante la final del Mundial. Además, han calificado como «vergonzosa» la decisión del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
La convocatoria, organizada por ‘Libres y Combativas’, una plataforma feminista respaldada por el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria, ha tenido menos participación que la manifestación del pasado lunes en la capital, convocada por la Comisión 8M, a la que asistieron alrededor de 800 personas, según informes de la Delegación del Gobierno de Madrid.
En las pancartas desplegadas en la Puerta del Sol se podían leer consignas como «Fuera Rubiales y la mafia machista», «basta» y «dimisión». Las manifestantes han protestado contra la cultura de la violación, los abusos y las agresiones, así como contra el machismo y el patriarcado. Además, el grupo de feministas ha coreado consignas como «vergüenza», «se acabó» y «aquí estamos las feministas».
En relación a la decisión del TAD, que consideró el gesto de Rubiales en la final del Mundial como «grave», la portavoz de la convocatoria, Coral Latorre, ha manifestado su hartazgo ante las «lágrimas de cocodrilo» y los intentos de algunos por lavarse las manos.
«Cuando pensábamos que no podíamos sentir más vergüenza, el TAD ha salido a decir que no considera que haya sido un abuso de poder por parte de Rubiales hacia Jenni Hermoso. Estamos cansadas, hemos dicho basta, no podemos soportarlo más», aseguró Latorre.