El vehículo de los italianos Alessandro Pier Guidi y Antonio Giovinazzi y del británico James Calado se impuso al término de una carrera emocionante en la mítica prueba de resistencia por delante del Toyota N.8, vencedor de la pasada edición. Unas 300.000 personas, venidas de todo el mundo, se esperaban para asistir al evento este fin de semana, un récord de afluencia
La escudería italiana Ferrari ganó la edición del centenario de las 24 Horas de Le Mans de automovilismo el domingo, en su regreso a la categoría reina tras 50 años de ausencia, poniendo fin a la hegemonía de Toyota de los cinco últimos años.
El Ferrari N.51 de los italianos Alessandro Pier Guidi y Antonio Giovinazzi y del británico James Calado se impuso al término de una carrera emocionante en la mítica prueba de resistencia por delante del Toyota N.8, vencedor de la pasada edición.
«Descubrimos el coche el pasado julio, hace menos de un año. Así que encontrarnos aquí es ya algo fantástico», comentó Giovinazzi. «No esperábamos sobrevivir 24 horas, pero todo el equipo hizo un trabajo fantástico. Volvemos a Le Mans 50 años después y ganamos, podemos estar orgullosos», dijo.
Calado también destacó el «trabajo fabuloso» del equipo, «especialmente en lo que se refiere a la estrategia».
A menos de dos horas para la llegada a meta, los dos prototipos estaban distanciados por menos de 30 segundos cuando el piloto del N.8, Ryo Hirakawa, segundo en ese momento, cometió un error en la frenada de la curva Arnage y golpeó una barrera.
Si bien el Toyota GR010-Hybrid pudo continuar, el piloto japonés tuvo que pasar por boxes para reparar los daños sufridos, dejando pista libre a la Scuderia para lograr su primera victoria desde 1965.