Financiar la igualdad y el feminismo, llamado urgente de la ONU en el Día de la Mujer

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La igualdad de género y los programas en favor de los derechos femeninos son fundamentales para lograr el desarrollo sostenible y garantizar que ninguna mujer o niña sea dejada atrás, según un llamado realizado por Naciones Unidas a los gobiernos y entes privados. La organización destaca que invertir en las mujeres, promover su liderazgo y empoderamiento, así como asegurar su acceso al crédito y el desarrollo de sus carreras profesionales y negocios, no solo beneficia a las mujeres, sino a toda la sociedad en general.

En este sentido, la igualdad de género se posiciona como una herramienta crucial para acelerar el avance hacia un modelo de desarrollo sostenible. Sin embargo, la ONU advierte que esta meta se encuentra cada vez más lejos, a pesar de ser uno de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Según las cifras presentadas, se estima que más de 340 millones de mujeres y niñas vivirán en pobreza extrema para el año 2030, y el cambio climático podría aumentar la inseguridad alimentaria para otras 236 millones de mujeres y niñas.

Para lograr la igualdad de género, se requiere una inversión considerable, que asciende a unos 360.000 millones de dólares adicionales por año. Sin embargo, esta inversión es necesaria para alcanzar los objetivos globales clave, como el fin de la pobreza y el hambre. Además, es importante promover la participación de las mujeres en posiciones de liderazgo y garantizar su integración igualitaria en la fuerza laboral, ya que esto no solo contribuye al avance social, sino también al crecimiento económico.

La pandemia del COVID-19 ha exacerbado aún más los problemas existentes y ha evidenciado la desigualdad en América Latina y el Caribe. Según un informe del BID, se estima que 13 millones de mujeres perdieron sus empleos durante lo peor de la pandemia, y su tasa de participación laboral se redujo en un 16%, en comparación con un 10% en los hombres. Además, se destaca una brecha salarial significativa en la región, donde las mujeres ganan menos que los hombres en 15 de los 18 países estudiados.

Estas desigualdades también se evidencian en Estados Unidos, especialmente entre mujeres latinas, nativas, afroamericanas y asiáticas. Las mujeres latinas tienen la peor situación, con pérdidas salariales que ascienden a 1.218 millones de dólares durante una carrera de 40 años. Además, las latinas con títulos profesionales podrían perder hasta 2,5 millones de dólares a lo largo de su vida laboral.

La situación se agrava aún más en zonas afectadas por conflictos, donde las mujeres tienen ocho veces más probabilidades de vivir en la pobreza que los hombres. Sin embargo, menos del 1% de la ayuda oficial al desarrollo se destina directamente a organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres.

Ante los recortes al gasto público que se mantendrán en la mayoría de los países hasta 2025, la ONU recomienda implementar propuestas de recaudación fiscal e incentivos con perspectiva de género para reducir la desigualdad y fomentar la economía real.

En resumen, Naciones Unidas hace un llamado urgente a destinar fondos para garantizar la igualdad de género y los programas en favor de los derechos femeninos como una forma de lograr el desarrollo sostenible. La organización destaca que invertir en las mujeres, promover su liderazgo y empoderamiento, así como cerrar la brecha salarial y financiar programas que impulsen su avance en la sociedad, beneficiará a toda la sociedad en general. Sin embargo, a pesar de ser uno de los objetivos de la Agenda 2030, la igualdad de género sigue estando lejos. Es necesario invertir aproximadamente 360.000 millones de dólares adicionales por año para alcanzar el empoderamiento de las mujeres en todos los objetivos globales clave. La pandemia del COVID-19 ha agravado aún más la desigualdad de género, especialmente en América Latina y el Caribe, donde se ha evidenciado una brecha salarial significativa. También se destaca la situación de las mujeres en zonas afectadas por conflictos, donde tienen ocho veces más probabilidades de vivir en la pobreza que los hombres. Para reducir estas desigualdades, la ONU recomienda implementar propuestas de recaudación fiscal e incentivos con perspectiva de género.