La flexibilización de las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos a Venezuela podría abrir nuevas oportunidades para la reestructuración de la deuda externa del país. Según el economista del banco de inversión Barclays, Alejandro Arreaza, el mercado ve esto como una historia petrolera, ya que el factor petróleo podría facilitar la reestructuración de la deuda, independientemente de la situación política. Un comité que representa a los tenedores de bonos por valor de 11.000 millones de dólares, de un total de 60.000 millones de dólares en circulación, también se mostró optimista en un comunicado reciente.
Sin embargo, Arreaza advierte que aún hay muchos desafíos por delante y que la política podría jugar un papel determinante en el proceso. Aunque el Departamento del Tesoro de Estados Unidos levantó la restricción impuesta en 2019 para permitir transacciones relacionadas con el sector petrolero y de gas en Venezuela, los fondos y bancos estadounidenses aún no pueden comprar bonos de deuda venezolanos. Sin embargo, pueden adquirir bonos antiguos en el mercado secundario, lo que ha impulsado el valor de estos bonos.
La expectativa es que, con una mayor inversión, Venezuela pueda aumentar su producción de petróleo rápidamente. Según Steve Bodzin, reportero de Redd Intelligence, una pequeña inyección de recursos petroleros podría tener un impacto significativo en la economía venezolana. Aunque la economía del país ha sufrido una dramática contracción, se cree que una pequeña mejora en los ingresos petroleros podría tener un efecto multiplicador.
Sin embargo, Arreaza señala que la capacidad de la empresa estatal Pdvsa para extraer y producir petróleo se ha deteriorado, lo que podría limitar su capacidad para aprovechar plenamente esta oportunidad. A pesar de los desafíos, la apertura de esta puerta a la reestructuración de la deuda externa de Venezuela representa una esperanza para el país, aunque queda por ver cómo se desarrollará el panorama político en el futuro.
Con Información de El Nacional