En una votación que ha generado controversia, Francina Armengol, política socialista, fue seleccionada como presidenta del Congreso español. La elección se llevó a cabo el jueves y contó con el respaldo de su partido, así como de otras formaciones políticas de izquierda y nacionalistas. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención es que también obtuvo el apoyo de los independentistas catalanes de Junts, incluido el partido liderado por Carles Puigdemont, quien se encuentra prófugo de la Justicia española.
Con información de El Nacional
Armengol logró 178 votos a favor de los 350 de la Cámara, superando así a la candidata del conservador Partido Popular (PP), que, a pesar de ser el grupo mayoritario con 137 escaños, no consiguió el respaldo necesario de otras formaciones para obtener una mayoría suficiente.
Esta elección convierte a Armengol en la cuarta mujer en presidir el Congreso español, en la XV Legislatura. Su papel será representar a la tercera autoridad del Estado, después del rey y el presidente del Gobierno.
Cabe destacar que la candidata socialista recibió el apoyo de los catorce diputados independentistas catalanes, siete de Junts y siete de ERC. Aunque esto no implica necesariamente que estos partidos vayan a respaldar una futura investidura del socialista Pedro Sánchez para un nuevo mandato como presidente del Gobierno.
El acuerdo entre el PSOE y los independentistas catalanes para permitir el uso del catalán en las sesiones plenarias del Congreso contribuyó a la elección de Armengol. Además, su elección fue respaldada por el grupo de izquierda Sumar, los independentistas vascos de EH Bildu, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y un representante del nacionalismo gallego (BNG).
La votación, como es habitual, se realizó mediante papeletas depositadas en una urna por cada diputado a medida que eran llamados.
Tras la elección de la presidencia, los 350 diputados también seleccionaron a los cuatro vicepresidentes de la Mesa del Congreso y luego a los cuatro secretarios de dicho órgano. La Mesa es un órgano clave en la cámara, ya que toma decisiones sobre qué asuntos se debaten y cuándo, lo que influye en el ritmo y la dirección de las iniciativas parlamentarias.