Según una consulta realizada por la organización Fundaredes, se estima que un 34,9% de los docentes activos en los estados fronterizos de Venezuela abandonarían sus puestos para buscar otras actividades económicas en el país. Esta deserción se debe principalmente a los bajos ingresos salariales y a las precarias condiciones en las que se encuentra el sistema educativo.
El estudio, que se llevó a cabo en Amazonas, Apure, Bolívar, Falcón, Táchira y Zulia, contó con la participación de más de 300 entrevistados del sector educativo. Los resultados revelaron que el 93,1% de los docentes gana menos de 300 dólares al mes, lo que ha llevado a constantes acciones de protesta para exigir mejoras salariales que les permitan cubrir sus necesidades básicas y tener una vida digna.
La crisis en Venezuela ha obligado a muchos docentes a buscar otras actividades para complementar sus ingresos y poder sobrevivir. Esta situación ha llevado a una fuga de docentes calificados en los estados fronterizos, donde uno de cada cuatro entrevistados manifestó su intención de emigrar debido a la emergencia humanitaria.
Además, Fundaredes destacó que el «horario mosaico» implementado por el Estado venezolano ha afectado la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes. Según la investigación, el 48% de los docentes trabaja solo 21 horas semanales, lo que ha llevado a una disminución en el cumplimiento de los objetivos planificados durante el año escolar.
En cuanto a los resultados académicos, el 63,5% de los docentes considera que los conocimientos adquiridos por los estudiantes promovidos de grado son deficientes. Además, el 97,4% de los docentes coincidieron en que la mayoría de los jóvenes que han finalizado sus estudios de educación media y bachillerato no están preparados académicamente para iniciar sus estudios superiores. Frente a esta situación, se recomienda que tanto las universidades públicas como privadas presenten planes de nivelación dirigidos a los nuevos bachilleres.