La educación en Venezuela se encuentra sumida en una grave crisis, con alrededor del 70% de las escuelas públicas del país adoptando el llamado «horario mosaico» durante el año escolar 2022-2023, según estimaciones de la Federación Venezolana de Maestros (FVM). Esta medida redujo la cantidad de clases semanales debido a la imposibilidad de los docentes para asistir a las aulas toda la semana, dada la insuficiencia de sus salarios.
Con información de El Nacional
La medida del horario mosaico surgió como una protesta de los docentes en busca de sueldos dignos y fue aprobada por las autoridades educativas en gran parte del país. Los salarios actuales de los docentes, que no superan los 800 bolívares mensuales, ni siquiera cubren los gastos de transporte para llegar a las instituciones educativas.
Carmen Teresa Márquez, presidenta de la FVM, indicó que la aprobación del horario mosaico por parte de las autoridades educativas refleja el reconocimiento de la grave crisis que enfrentan los docentes. Durante este año, los maestros han protagonizado más de 3.186 protestas exigiendo mejores salarios, sin obtener respuestas satisfactorias por parte de las autoridades.
Con el horario mosaico, cada institución educativa determinó cuántos días y cuáles impartir clases, teniendo en cuenta las limitaciones de los docentes. Mientras algunos colegios ofrecieron clases tres o más días a la semana, otros solo pudieron hacerlo dos días o incluso menos.
La situación es alarmante, ya que ni las escuelas públicas ni privadas lograron cumplir con el calendario escolar establecido de 180 días de clases. En los planteles que implementaron el horario mosaico, la situación fue aún más grave, llegando a impartir tan solo un 40% de las clases previstas en el calendario escolar.
La falta de clases se vio agravada por las interrupciones causadas por fallas en los servicios públicos. Un 20% de las escuelas no pudieron funcionar por falta de agua y un 11% por falta de electricidad. Además, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) no se pudo llevar a cabo en un 42% de los casos, resultando en ausencias de los niños durante esos días.
Estos problemas de aprendizaje han llevado a un alto índice de pérdida de clases y a la falta de cumplimiento con el programa escolar. La falta de comprensión lectora afecta a los estudiantes en todas las áreas educativas, lo que provoca que pasen de grado con graves deficiencias.
Las consecuencias de esta crisis educativa se reflejan en la alta tasa de analfabetismo, la baja calidad de la educación y la exclusión educativa de muchos niños y adolescentes. Ante esta situación, la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los docentes, aumentar la inversión en educación y ofrecer una educación de calidad se vuelve cada vez más apremiante para el futuro de Venezuela.