El cierre de las postulaciones presidenciales y el bloqueo de la candidatura de Corina Yoris no significa que todo haya terminado. Desde la victoria en las primarias opositoras el 22 de octubre, sabíamos que lo peor estaba por venir. El régimen tiene miedo de que María Corina Machado y la fuerza popular que la respalda participen en las elecciones presidenciales.
El mensaje de Machado de ayer confirmó lo que ya sabíamos: no hay rendición posible, lo convocado por el régimen el 28 de julio no son elecciones reales y nuestra tarea principal es seguir construyendo la fuerza social y política necesaria para lograr el cambio político en Venezuela. No podemos ceder en este aspecto. «Habrá elecciones limpias en Venezuela», afirmó Machado.
Lo que comenzó el 5 de marzo con el «cronograma electoral» es una farsa inaceptable. El régimen está violando lo acordado en Barbados y se está burlando de todos los observadores internacionales y de los representantes diplomáticos. Incluso se burla de los propios venezolanos.
Incluso Brasil, que ha sido amigable con Maduro, ha expresado su preocupación por la situación. Colombia también ha manifestado su inquietud por las dificultades que enfrentaron los sectores de oposición para inscribir sus candidaturas. Varios países de la región han rechazado lo sucedido.
Es importante que los venezolanos hablen y que las fuerzas democráticas de oposición encuentren mecanismos pacíficos para expresar su rechazo a esta maniobra del gobierno y exigir elecciones limpias y justas en el país. Es un derecho inalienable de los ciudadanos.
Existe el temor de que el régimen intensifique la represión, pero no podemos permitir que eso nos detenga. Maduro y su gente son los que están cerrando las puertas al entendimiento político acordado en Barbados.
No es el momento de cambiar la candidatura de María Corina Machado ni de poner el peso de su liderazgo a favor de otra candidatura. Esto quedó claro en su intervención y también se refleja en los comunicados de Brasil y Colombia.
No podemos olvidar de qué se trata esta lucha política en Venezuela: se trata del respeto a la vida, los derechos de los ciudadanos, la posibilidad de trabajar y reconstruir el país. Debemos mantener viva la esperanza que surgió el 22 de octubre del año pasado.