Un hombre venezolano originario de Valencia, en el estado de Carabobo, fue descubierto sin vida en una morgue de Panamá después de intentar cruzar el peligroso Darién en su camino hacia Estados Unidos.
Según informes de El Carabobeño, el fallecido fue identificado como William González. Este valenciano salió de su hogar en el barrio La Unidad, al sur de la capital carabobeña, con la intención de emigrar a Estados Unidos. Sin embargo, después de ingresar a la selva del Darién, su familia perdió todo contacto con él.
Después de varios días de incertidumbre, la trágica noticia llegó el pasado miércoles. Se supo que González estaba cruzando un río junto a su esposa y otros miembros de la familia el 2 de agosto, cuando una fuerte corriente lo arrastró río abajo. Desde aquel momento, no hubo más noticias sobre su paradero. En el barrio, algunos vecinos aún mantenían la esperanza de que fuera encontrado con vida, pero lamentablemente, la esposa de González identificó su cuerpo sin vida en una morgue de Panamá.
González tenía el objetivo de llegar a Estados Unidos junto a su esposa e hijos, pero ahora se suma a la triste lista de venezolanos que han perdido la vida en la selva del Darién. Actualmente, su familia está haciendo todo lo posible para recaudar fondos y repatriar su cuerpo.
En otro acontecimiento relacionado, Douglas Rico, director general del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), informó que han logrado identificar plenamente a los miembros de una banda dedicada al tráfico de personas desde Venezuela hacia Trinidad.
A través de las redes sociales, Rico reveló que el 11 de agosto arrestaron a Eduardo Antonio Cabral Díaz, de 48 años, conocido como «Lalo». Este delincuente proporcionó información sobre los demás miembros de la banda, quienes huyeron a Trinidad y actualmente están siendo buscados por Interpol.
Esta banda está vinculada a un caso en el que una mujer venezolana fue utilizada para transportar drogas desde Trinidad bajo amenaza de muerte contra su hijo de 7 años si se negaba. La víctima, de 21 años, cayó en la red de tráfico de personas después de ser reclutada por Eduardo Antonio Cabral Beria, de 24 años y apodado «El Guata», y Bárbara Del Carmen Berias De Álvarez, de 54 años, quienes resultaron ser el hijo y la esposa del ciudadano detenido por el Cicpc.
Los delincuentes engañaron a la joven madre para que viajara con su hijo desde Tucupita, en Delta Amacuro, hasta Trinidad en una embarcación, prometiéndole un supuesto trabajo. Una vez que llegaron a la isla, estas personas la sometieron a explotación sexual y retuvieron al niño como garantía para obligar a la mujer a hacer todo lo que exigieran.