En la mañana del viernes 26 de abril, Álvaro Córdoba, hermano de la difunta política colombiana Piedad Córdoba, recibió una condena de 14 años de prisión por parte de la Corte Federal para el Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, por su implicación en actividades relacionadas con el narcotráfico. Además de la sentencia de prisión, se le impuso un período de cuatro años de libertad supervisada.
Inicialmente, la fiscalía había solicitado una pena mínima de 17 años, mientras que la defensa de Córdoba había propuesto 5 años. Córdoba Ruiz, quien actualmente tiene 65 años de edad, fue extraditado en 2023 y había admitido su culpabilidad en enero de este año.
El fiscal federal del caso, Damian Williams, destacó que esta sentencia refleja el compromiso de la Oficina en procesar a los traficantes de drogas como Córdoba Ruiz, quienes intentan importar grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos. Subrayó las graves consecuencias que enfrentarán aquellos que intenten inundar las calles estadounidenses con drogas, especialmente cuando colaboran con organizaciones narcotraficantes violentas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según los documentos judiciales, Córdoba conspiró con diversas personas asociadas con las FARC para adquirir y distribuir grandes cantidades de cocaína con destino a Estados Unidos. Estos individuos, sin embargo, resultaron ser fuentes confidenciales que operaban bajo la dirección de la DEA, en lugar de narcotraficantes mexicanos como creía Córdoba.
Las autoridades también encontraron que Córdoba utilizó sus conexiones políticas y logísticas en Colombia para facilitar el negocio del narcotráfico. Fue capturado en Medellín el 2 de febrero de 2022 en una operación contra las drogas y extraditado un año después.
En su audiencia de acusación, admitió su participación en el envío de un cargamento de cocaína a Nueva York y reconoció que estaba consciente de que estaba infringiendo la ley.
Aunque la justicia estadounidense desestimó dos cargos relacionados con la posesión de armas y dispositivos destructivos, Córdoba no logró evitar su extradición a pesar de los recursos legales presentados.
Piedad Córdoba, por su parte, mantuvo públicamente la inocencia de su hermano y denunció lo que consideraba una persecución política en su contra y la de su familia. Sin embargo, la justicia estadounidense continuó con el proceso legal contra Álvaro Córdoba.