Los acusados se enfrentan a penas que pueden ir de los tres años de cárcel a cadena perpetua, bajo la Ley de Seguridad Nacional impuesta por China en 2020.
Catorce figuras destacadas del movimiento prodemocracia de Hong Kong han sido declaradas culpables de subversión este jueves, en el proceso más grande y significativo de este tipo desde que China impuso en 2020 la draconiana Ley de Seguridad Nacional (LSN) sobre el territorio semiautónomo con la intención de desactivar la disidencia.
Los 14 acusados, además de otros 31 que se habían declarado previamente culpables, enfrentan penas que pueden variar desde tres años de cárcel hasta cadena perpetua, dependiendo de la gravedad de sus acciones según lo estipulado por la LSN. Este juicio marca un punto crucial en la aplicación de la ley, que ha sido fuertemente criticada por grupos de derechos humanos y gobiernos occidentales por socavar las libertades y la autonomía prometidas a Hong Kong bajo el principio de «un país, dos sistemas».
Los sentenciados incluyen a prominentes activistas y figuras políticas que han sido pilares del movimiento prodemocracia. Este veredicto es visto como un intento claro de Beijing para consolidar su control sobre Hong Kong y silenciar cualquier forma de oposición política. La Ley de Seguridad Nacional, que penaliza actos de secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras, ha sido utilizada para arrestar y procesar a decenas de activistas, periodistas y políticos desde su implementación.
El juicio ha sido observado de cerca tanto a nivel local como internacional, y ha generado una respuesta de condena global. Organizaciones como Amnistía Internacional han declarado que los cargos y las condenas son una muestra de la erosión de las libertades civiles en Hong Kong y han llamado a la comunidad internacional a presionar a China para que revierta estas medidas represivas.
El impacto de este veredicto resuena profundamente en la sociedad de Hong Kong, donde muchas personas ven la LSN como una herramienta de intimidación y control político. La resolución del juicio, y las severas penas que pueden resultar de él, son un recordatorio del difícil camino que enfrenta el movimiento prodemocracia en su lucha por las libertades y derechos que una vez definieron la ciudad.