La comunidad de Bonoina, habitada por indígenas waraos, ubicada a ocho horas de Tucupita, en Delta Amacuro, ha denunciado que la «extraña enfermedad» que ha causado la muerte de al menos 15 menores de edad, continúa sin estar controlada.
Según lo informado por los residentes y reseñado por Radio Fe y Alegría, una joven falleció el 26 de abril y una adulta se encuentra en condición crítica. En respuesta a esta situación, se llevó a cabo una protesta el pasado 30 de abril, en la cual se exigieron acciones concretas para controlar la situación.
Además, se instó al gobierno a revelar el nombre y la naturaleza de la enfermedad que está ocasionando estas muertes. La gobernadora de Delta Amacuro, Lizeta Hernández, había asegurado el 17 de abril que la enfermedad estaba controlada, pero reconoció que aún desconocían su origen y estaban a la espera de los resultados de las pruebas realizadas en Caracas.
Para atender posibles nuevos casos, que ya han cobrado la vida de 13 indígenas Waraos, se ha anunciado la llegada de un barco hospital a la comunidad de Nabasanuka, según confirmó Andrés García, padre de la congregación religiosa Misioneros de la Consolata.
El temor a que las escuelas se conviertan en focos de infección ha llevado a las autoridades locales a paralizar las actividades escolares. Sin embargo, después de una visita a la comunidad, las autoridades educativas locales aseguraron que la situación estaba normalizada y que las actividades escolares debían reanudarse.
Sin embargo, cuatro días después, se reportó otro fallecimiento y una persona adulta en condición crítica con los mismos síntomas, lo que generó nuevamente temor en las comunidades y dejó a los directivos escolares indecisos sobre si reabrir las escuelas.