El Observatorio Venezolano de Finanzas, reportó este martes que la tasa de inflación en enero de 2023 se situó en 39,4%, en tanto que la tasa anualizada fue 440%. Advirtió que para el Ejecutivo se ha vuelto imposible sostener la estabilidad del tipo de cambio.
Anaisa Rodríguez – ND
«Estas cifras sugieren que la economía venezolana entró en una fase de fuerte aceleración de la inflación, como expresión de la inestabilidad macroeconómica que se ha venido observando, especialmente desde que el gobierno no pudo seguir sosteniendo la estabilidad del tipo de cambio que aplicó hasta agosto de 2022. Como consecuencia de los mayores niveles de inflación los salarios del sector público se han pulverizado», suscribe reporte del OVF.
Por tanto, la economía enfrenta un evidente peligro de volver a entrar en hiperinflación. «Las tasa de cambio, paralela y oficial, han denotado una significativa tendencia alcista que se retroalimenta con las expectativas de devaluación e inflación que se generan ante la falta de un programa económico que propenda a la estabilidad y el crecimiento».
«La economía está desanclada y sin un referente claro para guiar la formación de los precios ante el abandono del ancla cambiaria, debido a la pérdida de reservas internacionales que durante 2020, 2021 y 2021 registró el BCV».
Según los datos del OVF, los rubros que registraron mayor aumento en enero fueron: Comunicaciones con 258,8%; Vestido y Calzado 48,3%; Alimentos 35,5%; Transporte 26,6%; y Alquiler de Vivienda 25%.
El economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León aseguró que este primer semestre será mucho más díficil en materia económica, respecto al mismo período de 2022, ya que se ha registrado una desaceleración «severa» del consumo, y las negociaciones para levantar las sanciones siguen en stand by.
Así lo expresó en un hilo de Twitter: «es evidente que el inicio de año ha estado marcado por una desaceleración severa del consumo. No es algo nuevo porque ya se había sentido en el último trimestre 2022 producto de la elevación significativa de precios en bolívares, en dólares y también a las complicaciones derivadas del IGTF».
En medio de este escenario, el analista aseguró que la economía solo se puede «dinamizar» con recursos frescos, provenientes de la actividad petrolera, recursos congelados o financiamiento internacional. Y subrayó «todos dependientes de la evolución de las sanciones y estas a su vez de las negociaciones».
«Los únicos recursos nuevos que pueden esperarse a corto plazo son los provenientes de la licencia Chevron. Su magnitud es significativa en comparación al actual presupuesto nacional y podría mover la economía de 7-10% pero nunca veremos su impacto antes del segundo semestre 2023. Los recursos del Acuerdo Social -firmado en México en noviembre- siguen en plena negociación y son importantísimos para atender necesidades vitales de electricidad, salud y alimentación, pero su concreción puede ser más lenta que la actividad petrolera», aclaró León.