En octubre, los argentinos experimentaron un aumento del costo de vida del 8,3% en comparación con septiembre. Aunque esta cifra representa una desaceleración en comparación con los meses anteriores, sigue siendo la inflación mensual más alta de América Latina.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de precios al consumidor (IPC) acumuló un aumento del 120% en los primeros diez meses del año. Además, el dato interanual se situó en un 142,7%, un nivel no visto desde la salida de la hiperinflación en 1991.
En Latinoamérica, solo Venezuela se une a Argentina en esta dinámica de alta inflación. En octubre, Venezuela experimentó un aumento generalizado de precios del 6,7% en comparación con el mes anterior. En el transcurso del año, la inflación acumulada en Venezuela fue del 176,7%, y en comparación con octubre del año pasado, fue del 362%.
Estos datos llaman la atención, ya que el aumento de precios en Venezuela ocurrió en un contexto en el que el tipo de cambio se mantuvo relativamente estable, con un incremento del precio del dólar del 3,5%. Esto indica que la política de utilizar el tipo de cambio como ancla para controlar la inflación no está dando los resultados esperados.
En contraste, en Argentina, el tipo de cambio oficial se mantuvo congelado en 350 dólares en octubre para evitar un traslado a los precios, aunque las cotizaciones libres, como el CCL y el blue, aumentaron entre un 5% y un 15%.
En otros países de la región, las cifras de inflación suelen hacer referencia a la medición interanual. Esto se debe a que en la mayoría de los lugares, la subida mensual parte desde el número cero. Por ejemplo, en Brasil, el aumento en octubre fue del 0,24% en comparación con septiembre, y la inflación interanual se situó en un 4,82%, por encima de la meta del Banco Central del 3,25%.
En Chile, el índice de precios al consumidor experimentó un aumento mensual del 0,4% y un aumento anual del 5%. En Uruguay, la inflación se aceleró en octubre, con un aumento mensual del 0,63% y un aumento del 4,3% en comparación con octubre del año pasado.
Otros países de la región también experimentaron aumentos de precios, pero en menor medida que Argentina. En Paraguay, los precios aumentaron a un ritmo mensual del 0,5% y anual del 3,5%. En México, la variación fue del 0,38% en comparación con septiembre, y la inflación interanual se situó en un 4,26%. En Colombia, el índice aumentó un 0,25% en comparación con el mes anterior, pero en los últimos 12 meses, el costo de vida aumentó un 10,48%.
Por otro lado, algunos países de la región experimentaron deflación. En Perú, los precios retrocedieron un 0,32% en comparación con el mes anterior, pero la inflación anual fue del 4,34%. En Bolivia, el país registró una variación negativa por segundo mes consecutivo, esta vez del 0,01%. En los últimos 12 meses, el índice aumentó un 2,1%.
En Ecuador, donde la economía está dolarizada, la inflación fue negativa en un 0,18% mensual, mientras que en el último año el índice subió un 1,93%. En El Salvador, que también utiliza el dólar como moneda, la tasa de variación mensual fue del 0,4% y la anual del 2,7%.
En Centroamérica, Costa Rica experimentó una inflación del 0,21% mensual, pero una deflación del 1,28% en los últimos 12 meses. En Nicaragua, el índice de precios al consumidor aumentó un 0,22% en comparación con septiembre y un 6% en comparación con octubre de 2022.
Honduras experimentó un aumento del costo de vida del 0,38% en el mes y del 5,84% en el año. Por último, en Guatemala, la cifra mensual sorprendió con un aumento del 1,3%, pero el dato anual fue del 4,98%.
Los niveles de inflación en Argentina y Venezuela son casi una rareza a nivel mundial. Otro caso similar fuera de la región se registra en el Líbano, donde la subida de precios acumula un aumento anual del 208,5% hasta septiembre. En Turquía, el costo de vida aumentó un 3,43% en octubre y un 61,36% interanual. Surinam registró un aumento de precios del 1,5% mensual y del 50,8% en los últimos 12 meses hasta septiembre.
Estas cifras reflejan la difícil situación económica que enfrenta Argentina, con una inflación persistentemente alta y un deterioro del poder adquisitivo de los ciudadanos. A pesar de los esfuerzos del gobierno por controlar la inflación, los resultados aún no son satisfactorios y se espera que la situación siga siendo desafiante en el futuro cercano.