Instituto Casla: Violaciones de derechos humanos son planificadas por la cúpula del poder civil y militar en Venezuela

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Licencia para matar y torturar se llama el informe presentado por la directora ejecutiva, Tamara Suju. Para ella no hay forma de que se lleven preso o torturen a generales, coroneles y oficiales de alto rango sin que todos ellos no lo sepan

Por El Nacional

Tamara Suju, en compañía del expresidente del gobierno español, Felipe González, presentó el informe anual del Instituto Casla de torturas sistemáticas en Venezuela 2021, titulado Licencia para matar y torturar. El acto tuvo lugar en Espacio Ronda el 18 de mayo del 2022, en la ciudad de Madrid, España.

Según Suju, directora ejecutiva del instituto, este informe tiene como objetivos el recoger nuevos testimonios de víctimas de la represión y el demostrar que es una política del Estado venezolano, donde participan los poderes públicos e instituciones.

Instituto Casla
Según se detalla en el informe del Instituto Casla, entre los métodos de tortura más frecuentes en los testimonios recibidos en el 2021, fueron los colgamientos, las asfixias, en algunos casos con gases tóxicos o amoniaco, las descargadas eléctricas, incluso las zonas genitales; la privación de medios de vida como agua, comida o medicamentos; el ahogamiento; algunas víctimas cometieron intento de suicidio para evitar seguir siendo torturados.

Entre los nuevos cuartos de tortura se mostraron La Nevera y La Celdita, ubicados en la oficina del DAES a cargo del teniente coronel Alexander Gramko Arteaga; La Caja de Muñecas, especie de ducto donde no hay espacio para sentarse, no tiene ventilación o luz; y La Mariposa, finca con varias estaciones para torturar, centro de entrenamiento de la Dgcim. Allí fue torturado Rafael Acosta Arévalo y decenas de víctimas.

En este informe, se demuestra que estos crímenes son planificados por la cúpula de poder civil y militar de Venezuela. Nicolás Maduro, Vladimir Padrino y Hernández Dala son conocedores de la formación de oficiales para torturar, la construcción o adaptación de centros de tortura oficiales y clandestinos, y la inducción y comisión de los crímenes de lesa humanidad.

Reuniones para planificar e informarse
El Instituto Casla pudo conocer que, al menos una vez al mes durante el 2014 y el 2020, se reunieron en las oficinas de la Dgcim en su sede de Boleíta, en Caracas, el ministro de Interior y Justicia, el ministro de la Defensa, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, el fiscal general de la República, el director del FAES, el director del Sebin y otros invitados que conforman los altos cargos en la cadena de mando, dependiendo del momento. En estas reuniones se conocían las novedades sobre la labor de contrainteligencia, se exponían los nombres de quienes estaban siendo objeto de seguimiento como posibles conspiradores; también las posibles elaboraciones y forjamientos de expedientes para implicar o neutralizar acciones de la oposición, la situación país de los presos políticos. Según Suju, no hay forma de que se lleven preso o torturen a generales, coroneles y oficiales de alto rango sin que todos ellos no lo sepan.

Por su parte, el expresidente Felipe González, que acompañó en la presentación, apoyó el compromiso por la verdad y por denunciar las responsabilidades por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela que ha llevado a cabo Suju.

“Ella tienen todo mi apoyo, es una mujer no solo comprometida, es imposible que ella se aparte de su objetivo de demostrar como en Venezuela durante tantos años se han estado violando sistemáticamente derechos humanos fundamentales, se han cometido crímenes de lesa humanidad y que ha sido una estrategia del régimen. Hoy el homenaje no debería ser solo para Tamara y el Instituto Casla, sino también a su inspirador Václav Havel”, dijo.

Flexibilización de sanciones
González, en relación a la posible flexibilización de sanciones de los Estados Unidos, pidió no dejarse engañar porque, según él, Maduro no se va a someter a unas elecciones libre que pagan en riegos su estabilidad en el poder.

Afirmó que las denuncias de crímenes de lesa humanidad llevadas a la Corte Penal Internacional no pueden ser parte de negociación alguna y agregó que en Venezuela “no hay un régimen democrático porque no hay Estado de Derecho, el TSJ lo han modificado en su beneficio y no hay censo electoral”.

Indicó que, “no se puede negociar con la violación de derechos humanos y la Comisión de Crímenes de Lesa Humanidad, hay que mantener una línea inamovible, pese a que todos lo demás se discuta”.

Para finalizar, pidió fortaleza a Suju y ratificó que tiene su apoyo para seguir denunciando a un régimen que se encargar de violar los derechos humanos y a eliminar a sus oponentes.

Con información de nota de prensa.