Interpol rescató a 127 migrantes víctimas de trata en Latinoamérica

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En la operación participaron más de veinte países latinoamericanos y caribeños, a los que se sumaron Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Marruecos, Portugal y España

TalCual

Este viernes 10 de diciembre, durante una operación internacional, 127 migrantes de diferentes nacionalidades fueron rescatados. Estas personas era víctimas de trabajo forzoso y explotación sexual.

La operación Turquesa III, liderada por Interpol y apoyada por la Agencia Caribeña de Implementación para el Crimen y la Seguridad (Impacs), permitió el arresto de 216 traficantes de seres humanos.

En Ecuador detuvieron a 16 ciudadanos ecuatorianos y venezolanos, sospechosos de pertenecer a la banda del Tren de Aragua, que trabaja con un grupo armado en Colombia, con el objetivo de transportar inmigrantes haitianos. Asimismo en Chile, el hallazgo de un cuerpo sin vida de un venezolano junto a la frontera con Bolivia condujo al descubrimiento de un corredor destinado para inmigrantes de Venezuela.

Para llevar a cabo las investigaciones, las autoridades de los países participantes hicieron más de 65.000 comprobaciones con la base de datos de Interpol, en puntos de control aéreos, terrestres y fronterizos.

Por otra parte, en El Salvador fueron arrestados 14 sospechosos de traficar con inmigrantes, a los que cobraban entre 8.000 y 12.000 dólares para llegar hasta Estados Unidos. También en Brasil, sus autoridades capturaron a cinco miembros de un grupo criminal que traficaba con haitianos, a los que transportaban de Brasil a Bolivia.

En El Salvador, 27 personas fueron detenidas por las sospechas de su implicación en abusos contra menores y explotación laboral y en Belice fueron identificadas 11 posibles víctimas de trata, en las que se incluía a una madre hondureña y sus tres hijos.

Respecto a los menores víctimas de trabajo forzoso y explotación sexual, Interpol comunicó que en Bogotá se desmanteló una organización de trata de menores conocida como «Casa Inglesa». Los niños eran captados en Venezuela y se les llevaba a Colombia, como paso previo para enviarlos a Ecuador.