En una jornada crucial del juicio que busca esclarecer las circunstancias de la muerte de Diego Armando Maradona, Fernando Villarejo, jefe de Terapia Intensiva de la Clínica Olivos, donde el exfutbolista fue operado de un hematoma subdural, testificó este martes señalando directamente al neurocirujano Leopoldo Luque. Villarejo afirmó que Luque, quien encabezaba el equipo médico de Maradona en sus últimos días, prohibió el ingreso de profesionales de la salud convocados para evaluar al ídolo argentino tras la intervención quirúrgica.
“Luque prohibió el ingreso de los médicos que iban a evaluar a Maradona: el doctor Mario Schiter y una psiquiatra que habían contactado las hijas y llegaron hasta la clínica”, declaró Villarejo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro.
Maradona fue intervenido quirúrgicamente el 3 de noviembre de 2020 y permaneció internado en la Clínica Olivos hasta el 11 de noviembre, cuando fue trasladado a una residencia en Tigre, donde falleció dos semanas después.
El jefe de terapia intensiva calificó el impedimento como “extraño y extemporáneo”, explicando que los especialistas, convocados por allegados a Maradona, buscaban determinar la necesidad de trasladarlo a una clínica de rehabilitación, considerando su “problemática neurológica” y un cuadro de abstinencia que, a su juicio, requería un abordaje multidisciplinario e internación clínica.
La postura de Villarejo coincide con el testimonio previo de Mario Schiter, médico que trató a Maradona en Cuba, quien declaró el pasado 8 de abril su desacuerdo con la decisión de la internación domiciliaria y denunció que se le negó el acceso a evaluar a su ex paciente en la Clínica Olivos. Schiter reveló haber accedido a la historia clínica, constatando la complejidad del cuadro del astro.
Schiter también testificó que propuso el traslado a una clínica de rehabilitación en la reunión donde se definió el tratamiento post-operatorio, pero la opción de la internación domiciliaria fue la elegida. “Si lo hubieran dejado ver a Maradona, se lo hubiera dicho”, lamentó Schiter.
El juicio, que busca determinar la responsabilidad de siete trabajadores de la salud por el presunto delito de homicidio simple con dolo eventual, continuará el jueves con la declaración de Pablo Dimitroff, director de la Clínica Olivos.
Además de Luque, también están siendo juzgados la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la doctora Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón. La enfermera Gisela Madrid será juzgada por un jurado aparte.
Los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach deberán determinar si los siete acusados son culpables de un delito que contempla una pena máxima de 25 años de prisión.