La elección de los “padrinos” oculta las cuotas que negoció Nicolás Maduro para enfrentar la lucha interna por el poder

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Desde el último año se acentuó en la revolución bolivariana las fuerzas internas que buscaron la sustitución de Nicolás Maduro; el principal es Diosdado Cabello, quien ha luchado por llegar a Miraflores incluso con Hugo Chávez en la presidencia, pero no ha superado ser el segundo a bordo con tendencia a la baja. El sucesor de Chávez ha sabido jugar sus cartas y vuelve a ser el candidato a la presidencia, con el mensaje de que sigue siendo el líder de la revolución, mientras en una hábil maniobra envía a los ministros, como padrinos o madrinas, a la campaña en las regiones. Incluso envía al “segundo a bordo” a ocuparse del estado Zulia, uno de los 23 estados del país.

Es Diosdado Cabello, como vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien le dice al país que Maduro Moros fue escogido por unanimidad, en 317 mil 187 asambleas realizadas en tres días, como candidato de la tolda roja para las elecciones del 28 de julio. Esas asambleas nunca se realizaron. La excusa de Cabello es que “57 mil 216 asambleas se realizaron en las calles”, cuando en realidad pasaron, a las estructuras del partido, las planillas previamente llenas con el nombre de Maduro para que las firmaran, sin opción a protesta.

Aún cuando Diosdado Cabello, con los hermanos Rodríguez, sacó del juego al otrora poderoso Tareck El Aissami, está reducido al control del SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia) a través del general Gustavo González; del Seniat (Servicio de Administración Tributaria), a través de su hermano José David; un programa de televisión que en 10 años perdió casi el 90% de audiencia; su mujer hace tiempo que salió del Gabinete presidencial; y Cabello pasó de ser ministro y presidente del parlamento, a diputado raso y ahora “jefe supremo de la campaña” en uno de los 23 estados del país.

Pero Maduro que juega, con el asesoramiento de su esposa Cilia Flores, le suelta dos caramelos a la tendencia de Diosdado; nombra a su hija Daniela Cabello como presidente de Marca País, que se ocupa de la promoción del turismo y las bellezas venezolanas; y designa a la hija de Hugo Chávez, Rosinés Chávez Rodríguez, como presidente del Instituto Nacional de Parques (Inparques).

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Si en algo ha sido hábil Maduro para frenar las contracorrientes internas, es irle quitando espacios a los que amenacen su estabilidad en el poder. Lo hizo, en el 2014 con el MG (Ej), entonces ministro del Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, a quien destituye del cargo el 24 de octubre, aprovechando que un grupo de colectivos lo responsabilizaron, tres semanas antes, de la muerte de José Miguel Odreman Dávila, un ex policía metropolitano quien liderizaba el “Colectivo 5 de Marzo”.

El 13 de marzo 2018 funcionarios del Sebin, organismo que creó y presidió durante años, detuvo a Rodríguez Torres y lo entregó a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), donde estuvo en custodia hasta el 21 de enero 2023. Otros, como Elías Jaua Milano, se han quedado en el silencio dentro de la revolución.

Los militares

Lo que más inquieta a Maduro es no tener el control directo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), solo lo hace a través del Ministro de la Defensa, General en Jefe (Ej) Vladimir Padrino López, cuyo conocimiento de la institución castrense le permite mantenerse en el cargo, con apoyo de las relaciones que sostiene con medios de propaganda del régimen venezolano.

No hay en la FANB ningún liderazgo fuerte; los emergentes se han corrompido, otros se han quedado en el camino y los hay quienes temen caer bajo sospecha.

Aun así, en el mundo castrense hay un grupo de militares, casi una sociedad secreta, con códigos propios y bases económicas, que ha trabajado silenciosamente por la conquista del poder. Algunos de ellos han entendido la estrategia oculta en la Brigadas Comunitarias Militares (Bricomiles), como un hecho que permite la participación de civiles armados tras el argumento de que “la revolución está en peligro”, como repiten los jerarcas del gobierno.

El caso es que Maduro Moros escoge, en su carrera por demostrar que ganará en el marco de unas elecciones que de libres tienen muy poco y de limpias mucho menos, por lo que ha tratado de frenar el avance de la líder de la gran mayoría de la oposición venezolana, María Corina Machado.

El nombramiento de los ministros como padrinos y madrinas, a quienes llamó “24 apóstoles y apóstolas”, según dijo Maduro es porque “van a potenciar las regiones”, pero lo que se revela es la lucha encarnizada por el control de los estados, la promesa subyacente que los 23 nombrados tendrían su parcela propia de poder en esas entidades donde se potenciarían como gobernadores ante las elecciones regionales.

De ellos hay nueve militares retirados y 14 civiles. Es relevante que para el estado Zulia nombra al ministro de Energía Eléctrica, el General en Jefe (GNB) Néstor Luis Reverol Torres, quizá el militar más cercano e identificado con el defenestrado Ministro de Petróleo, Tareck Zaidan El Aissami Maddah, que se mantiene oculto por el régimen, desde el 20 de marzo 2023, a tres días de haber estallado la Operación Caiga quien Caiga que llevó a la cárcel a casi todo su equipo por la llamada trama Pdvsa.

Llama la atención que Maduro despache a sus ministros hacia las regiones, pero que además haya creado el Comando Especial Presidencial de Gobierno, nombrando como presidente al diputado Leonardo Alfredo Montezuma Ruiz, para que se ocupe del programa “1X10 del Buen Gobierno”, y haga el contacto directo con los electores a través de reportes.

Los padrinos

Diosdado Cabello Rondón asume que su rol luego de las elecciones puede dejarlo fuera del ring de la revolución. Maduro descubrió que, si le resultó válido nombrar a dedo, en el 2017, a “protectores” en los estados donde resultaron gobernadores dirigentes de la Oposición, también lo es nombrar padrinos o madrinas para que libren la batalla intestina y fratricida que hay en la revolución bolivariana.

Lo hace en todos los estados porque necesita no demostrar públicamente la fractura interna, aunque le dé a Diosdado Cabello el nombramiento segundón en el Zulia aunque lo llame “jefe supremo”. Su argumento es que es necesario “reunificar, reconvocar, reencontrar a todas las corrientes patrióticas, chavistas, democráticas y honestas del Zulia”, pero lo hace con quien más ha creado fricciones y diferencias al imponer a sus hombres, al desconocer la voluntad de los chavistas cuando escogieron a sus líderes naturales en las elecciones internas del PSUV en el 2021.

Se está asegurando Maduro, o por lo menos está tratando de hacerlo, que los 23 padrinos y madrinas, demuestren su compromiso con su gobierno y ser los gobernadores en las elecciones que posiblemente sean a finales de año. Ya le resultó bien el ensayo que hizo con Germán Eduardo Piñate Rodríguez en la gobernación de Apure, cuando las elecciones internas del PSUV las ganó el alcalde Pedro Leal eliminando al coronel Ramón Carrizalez, incondicional de Cabello; con el argumento que el alcalde tenía expedientes abiertos logra imponer a Piñate, pieza de Maduro a quien tenía como ministro en su gabinete.

Más de la mitad de los padrinos y madrinas le responden directamente a Nicolás Maduro, a su esposa o a su hijo. Los restantes a Diosdado Cabello. Aunque el abogado constitucionalista Juan Manuel Rafalli ha dicho que esas figuras de padrino y madrina no tienen trascendencia, porque ellos no podrían asumir las funciones de los gobernador o alcaldes en los estados, antecedentes con los “protectores” demuestran que a los entonces gobernadores les crearon gobiernos paralelos con suprapoder y con numerosos recursos económicos.

Entre los principales del grupo de Maduro está: la vicepresidente y Ministra de Economía y Finanzas, Delcy Eloína Rodríguez Gómez para el minero estado Bolívar; el canciller Yván Edurado Gil Pinto para La Guaira, Zona Económica Especial, con el aeropuerto más importante del país, y el estratégico puerto La Guaira; el Ministro de Planificación Ricardo José Menéndez Prieto, enviado al estado Guárico, cuyo gobernador José Manuel Vásquez Aranguren es un incondicional de Diosdado Cabello.

Además, responden a Maduro, la enviada al importante estado Miranda, la Ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Servilia Jiménez Ramírez; la capital, Caracas, tiene como padrino al Ministro de Juventud y Deporte, Mervin Enrique Maldonado Urdaneta; para otro estado relevante, Carabobo, la Ministra de la Mujer y la Igualdad de Género, Dhelys Adriana Álvarez Márquez.

Para Lara, el Ministro para la Cultura, Ernesto Emilio Villegas Polkja. El padrino de Anzoátegui, responde directamente a Delcy Rodríguez, es el Ministro de Petróleo y Presidente de Pdvsa, Coronel (Ej) Pedro Rafael Tellechea Ruíz. Para Sucre, el Ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz y vicepresidente de Gobierno para la Seguridad Ciudadana, almirante Remigio Ceballos Ichaso.

Para Mérida, el Ministro para la Agricultura Productiva y Tierras, Willmar Castro Soteldo. El de Barinas es el Ministro para la Defensa, General en Jefe Vladimir Padrino López. Para Trujillo fue enviada la Ministra para la salud y presidenta del IVSS abogada Magaly Gutiérrez Viña, muy cercana a Nicolás Maduro Guerra. Para Cojedes, la Ministra de Educación Universitaria y Rectora de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), Sandra Oblitas Ruzza.

Y termina de configurar el cuadro de Maduro, la madrina de Delta Amacuro, Ministra para los Pueblos Indígenas, Clara Josefina Vidal Ventresca de Pérez; el de Amazonas, Ministro para el ecosocialismo, Josué Alejandro Lorca Vega; el General Raúl Alfonso Paredes, Ministro de Obras Públicas y presidente de la Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor, enviado a Portuguesa y el Ministro de Industrias y Producción Nacional, economista José Félix Rivas, enviado a Yaracuy.

Los que responden a Diosdado Cabello: la madrina de Aragua, Ministra de Educación, Yelitze de Jesús Santaella Hernández. El de Táchira, el Ministro para la Atención a las Aguas, General de División Rodolfo Marco Torres.

Para Falcón fue enviado el Ministro de Pesca y Acuicultura, Juan Carlos Loyo, quien fue hombre de Elías Jaua Milano y ahora responde al ala de Cabello. El de Monagas, el Ministro para la alimentación, Mayor General Carlos Leal Tellería. Como padrino fue enviado para Apure, el Ministro para Hábitat y Vivienda, el general de División (Ej) Ildemaro Villarroel Arismendi, quien responde a Cabello.

Entre los que no inclinan la balanza radicalmente está el de Nueva Esparta, el Ministro para el Turismo, Alí Ernesto Padrón Paredes.

Por Infobae