A medida que se acercan las elecciones presidenciales y se plantea la posibilidad de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) brinde apoyo técnico a las primarias de la oposición, persiste un gran escepticismo entre los venezolanos hacia el Poder Electoral. Durante los últimos años, la dirección del CNE ha estado claramente sesgada hacia el oficialismo, lo que ha alimentado los rumores y discursos de desconfianza por parte de la oposición. La reciente designación de Elvis Amoroso como presidente del CNE, una figura cercana al gobierno de Nicolás Maduro, ha generado dudas sobre la transparencia del proceso electoral y podría influir en la decisión de participar o abstenerse.
Rafael Simón Jiménez, ex vicepresidente del CNE, sostiene que esta desconfianza hacia el Poder Electoral fue sembrada por la oposición como parte de una estrategia fallida para fomentar la abstención en anteriores procesos electorales. Sin embargo, Jiménez asegura que el sistema de votación es totalmente seguro, siempre y cuando se realicen las auditorías técnicas necesarias.
Según él, quienes promovieron la abstención han convencido a los ciudadanos de que les roban sus votos, pero en realidad, el sistema de votación actual cuenta con una verificación adicional a través de la huella digital, lo que lo hace mucho más seguro. Además, el politólogo Daniel Santolo coincide en que el conteo de votos en Venezuela es seguro y acusa a la oposición de difundir falsas narrativas sobre el CNE para promover la abstención.
Aunque ambos expertos aseguran que el proceso de votación es seguro, reconocen que el sistema electoral en sí no es transparente, ya que favorece al gobierno al permitirle utilizar los medios públicos para propaganda y al no condenar las violaciones a las leyes electorales. Sin embargo, Jiménez advierte que es importante dejar de promover la idea de que el CNE roba los votos y enfocarse en luchar por mejores garantías electorales.
El gobierno venezolano utiliza figuras como Elvis Amoroso y Carlos Quintero, hombres de confianza de Maduro, para sembrar aún más dudas en los ciudadanos y promover la abstención. Amoroso, designado como presidente del CNE, ha ocupado cargos importantes en el gobierno y ha impulsado inhabilitaciones contra líderes políticos de la oposición. Según Santolo, el gobierno juega con la desconfianza en el CNE para mantenerse en el poder.
A pesar de la posibilidad de un adelanto de las elecciones presidenciales, la oposición venezolana no se ha preparado para enfrentar esta situación y sigue dividida. Tanto Jiménez como Santolo resaltan la importancia de la unidad dentro de la oposición para hacer frente al gobierno en las elecciones de 2024. Sin embargo, Jiménez critica la falta de liderazgo y la rivalidad dentro de la oposición, mientras que Santolo señala que el gobierno ha perdido votos en los últimos años y la oposición no ha sabido aprovecharlo.
En conclusión, aunque existen dudas sobre la transparencia del CNE y el sistema electoral en Venezuela, es importante reconocer que el proceso de votación en sí es seguro. La oposición debe trabajar en unidad y convencer a los ciudadanos de la importancia de participar en las elecciones, a pesar de las dificultades y el control del gobierno sobre los Poderes Públicos. Solo a través de la participación activa se podrá lograr un cambio en el país.