La nueva formación cuenta con 600 oficiales, en su mayoría policías militares, desplegados en los estados de Alabama y Arizona.
La Guardia Nacional de EE.UU. crea una unidad de respuesta rápida ante posibles disturbios postelectorales
Jonathan Ernst / Reuters / RT
Policías militares de la Guardia Nacional de Washington vigilan la multitud de manifestantes reunidos frente a la Casa Blanca, el 1 de junio de 2020.
A pocos días de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, la Guardia Nacional de EE.UU. ha formado una unidad de respuesta rápida que podría ser movilizada ante una eventual nueva ola de protestas, informa The Washington Post, que cita a un representante del organismo.
El temor a posibles disturbios surgió a raíz de las críticas al sistema electoral por correo del presidente, Donald Trump, que ha adelantado que no reconocerá su derrota en los comicios si hay pruebas de fraude.
Compuesta en su mayoría por policías militares, la nueva formación fue creada el pasado mes de septiembre. Entre sus misiones figura la respuesta ante desastres naturales, por loque en un primer momento el cuerpo fue denominado Fuerza de Reacción Rápida.
Sin embargo, a medida que se acercaban las elecciones, los altos cargos de la Guardia Nacional decidieron «suavizar» su nombre, rebautizándola Unidades de Respuesta Regional, que refleja con mayor precisión el objetivo de la formación, explicó la fuente, que prefirió permanecer en el anonimato
La unidad de respuesta rápida cuenta con unos 600 miembros divididos entre los estados de Arizona, en la región oeste del país, y Alabama, al sudeste. Si bien sus capacidades no son suficientes para brindar una respuesta como la que vivió la capital en junio, sí podrían ser movilizados con urgencia para proporcionar apoyo adicional a las fuerzas locales en caso de disturbios, indica el medio.
«No me sorprendería ver algo similar a lo ocurrido el verano pasado, sobre todo porque es probable que Washington sea el foco de las protestas casi al margen de lo que suceda», indica la profesora Lindsay Cohn, que estudia las relaciones cívico-militares en la Escuela de Guerra Naval de Newport, Rhode Island.
Según Cohn, cuanto más políticas se vuelvan las protestas, «menos querrá la Guardia [Nacional] tener que ver con ellas». Sin embargo, cuanto más violenta sea la situación, más probable será que el estado necesita su apoyo, agrega.