Sebastiana Barráez: La nueva maniobra del régimen chavista contra la libertad de prensa

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Asamblea Nacional busca sustituir la academia por la “universidad de la vida”. El Colegio Nacional de Periodistas ya convocó a sus más de 25.800 agremiados a movilizarse

Por Sebastiana Barráez – Infobae

En una estrategia más hacia la destrucción de la libertad de prensa en Venezuela, la chavista Asamblea Nacional se propone la reforma de la Ley de Ejercicio del Periodismo con miras a la destrucción de la profesión del comunicador social, con el argumento de la “inclusión” y “adaptarla a los nuevos cambios”. A la vez que se propone modificar el Código de Ética del Periodista con la excusa de determinar “si es un arma para favorecer intereses particulares o al pueblo”, según dijo la diputada del partido oficialista María Carolina Chávez González siendo que ella misma se asume como periodista sin serlo, violentando la Ley que busca modificar.

El Colegio Nacional de Periodistas (CNP) hizo un llamado a sus más de 25.800 agremiados, distribuidos en sus 26 seccionales, “a elevar su protesta individual, a organizarse, a movilizarse, a exigirles a sus dirigentes gremiales acciones concretas para que no se altere el espíritu de la Ley que desde hace 50 años previó el avance de una hegemonía comunicacional, ya fuera privada o estatal, promovida por la ignorancia, la ceguera ideológica o los intereses ajenos al pueblo venezolano”.

La Comisión de Comunicación de la AN, integrada en su totalidad por afiliados a la revolución, está presidida por Juan Carlos Alemán Pérez, como vicepresidente Tania Valentina Díaz González, seguida de María Chávez; los demás miembros son Fidel Alejandro Madroñero González, Rudy Carolina Puerta Arteaga, Gabriela Mayerling Peña Martínez, Alberto José Gago Betancourt, Antonio de Jesús Hernández Díaz, José Antonio Uzcátegui Armijo, Edgar Humberto González (PPT), Alejandro José Natera, Luisa Josefina Rodríguez Torres, Roque Valero Pérez, Ricardo Alberto González Alvarado, Alberto José Araguibel Brito y Ginkellys Vanessa Gutiérrez Montero.

Chávez González dijo que “ha surgido un periodismo que no pasa por la academia”, lo que coincide no solo con su ejercicio ilegal, sino como manera de justificar lo que la revolución ha tratado de hacer con la prensa y los periodistas en Venezuela. No es casual la proliferación de programas en los medios de propaganda del Gobierno dirigidos por individuos que insultan, son vulgares, misóginos, violentan varias leyes al mismo tiempo, incluyendo la privacidad, entrevistando, utilizando la burla y la descalificación personal y familiar contra adversarios políticos a quienes convierten en enemigos y objetivo de los cuerpos de inteligencia.

Durante los gobiernos del fallecido Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro son cientos los medios de comunicación escritos, radiales y televisivos, así como programas y medios digitales que han cerrado y censurado, aunado a un importante número de periodistas agredidos, encarcelados, perseguidos y/o con causas judiciales.

Con máquinas de escribir o celulares

La Junta Directiva del Colegio Nacional de Periodistas emitió un comunicado destacando que “ya sea con máquina de escribir, fax y teléfonos de tonos o con Internet, redes sociales o celulares, la necesidad de proveerle a la sociedad venezolana información de calidad y responsable a partir de la formación universitaria de aquellos facultados para convertir datos en información socialmente significativa aún permanece intacta; que a pesar de que los tiempos han cambiado, la Ética sigue siendo la misma y las amenazas para quienes hacen de la libertad de expresión una bandera también”.

Por otra parte, el CNP expresa que “las sociedades modernas, infectadas por las noticias falsas, la desinformación programada y los paredones morales en los que se han convertido las redes sociales, necesitan de profesionales que se apropien de la ética. En el caso venezolano, el ocultamiento premeditado de los datos oficiales por parte del Estado, la vocación censora del Gobierno a las voces disidentes y el uso del aparato legal para cerrar medios, apresar periodistas e ignorar las agresiones contra reporteros y ciudadanos comunes que se atrevan a disentir, necesitan de un gremio que unido luche por la prevalencia de los Derechos Humanos y de la Democracia”.

Lamentan que quienes piden reforma de la Ley son grupos de personas, incluso periodistas, ligados a las esferas del poder, que no se pronuncian “cuando a los colegas los han perseguido, censurado, encarcelado o atacado, ni cuando algún medio de comunicación independiente se ha visto cerrado compulsivamente, ni ante la promulgación de leyes que amordazan y condicionan la libertad de Expresión, como la Resorte-Me o la que supuestamente lucha contra el Odio”.

Señala el Colegio de Periodistas que “más allá de nuestras objeciones a los procedimientos electorales que llevaron a la conformación de la actual Asamblea Nacional” “hasta el momento, el gremio no ha sido consultado sobre la pretensión de cambiar la legislación que dio origen a la colegiación”.

“A lo largo de los últimos veinte años, el gremio periodístico ha visto la drástica disminución de medios de comunicación independientes, el cierre de espacios de opinión, de la instauración de una cultura de ocultamiento sistemático de la información pública, todo ello sin que se levanten voces desde las instituciones llamadas a defender la democracia”.

“Hemos visto transformarse al reportero en un objetivo de guerra por parte de factores de poder y de grupos ideológicos enemigos de la expresión libre y del derecho del venezolano a decir, oír e investigar en el ámbito público sin cortapisas ni censura previa. Hemos presenciado el silencio de quienes, directa o indirectamente, han tenido la posibilidad de oponerse a la impunidad en los casos de agresiones contra los comunicadores sociales, ataques que hemos denunciado oportunamente ante organismos nacionales e internacionales. Son esos grupos y esos mismos factores lo que pretenden cambiar la ley”, destaca un comunicado del CNP.

Esa es la diferencia

El periodista Humberto Contreras, quien ha sido directivo del Colegio de Periodistas en el Táchira, jefe de medios, corresponsal y reportero, dijo sobre lo manifestado por la diputada María Carolina Chávez: “La calidad intelectual de quienes van a estudiar la reforma de la LEP se ve en las palabras de esta señora. ¿Cómo va a decir que La Ley data de los tiempos en que los medios se hacían en tipografía y había que cerrar redacción a medianoche?”.

Contreras le respondió a la parlamentaria Chávez González: “La Ley de Ejercicio del Periodismo data de diciembre 1994. Pero solo por un ejemplo que conozco, Diario La Nación se hace en offset desde su primera edición, diciembre 1968″.

Recordó cuando ocurrió el Golpe del 4F, que tuvo a Hugo Chávez como uno de los líderes: “Diario Pueblo, medio donde yo trabajaba, aun siendo un medio de provincia, fue el único periódico en todo el país que publicó, en su edición normal la noticia; y el golpe fue precisamente después de medianoche, es decir, no estaba cerrado”.

“Esa señora diputada ignora que muchas veces, en plena tarea de impresión de un rotativo, dan la orden de parar la máquina porque hay una noticia de última hora. Además ignora, ignorancia supina, que los medios hoy día se complementan. Los medios en la web allanan la inmediatez en la información, y los demás, proveen toda la información. Eso es el periodismo”, dijo Contreras.

“Dice que hay que ajustar la ley a los tiempos cambiantes, porque el periodismo ha cambiado. La verdad es que el periodismo sigue siendo el mismo, desde los heraldos de tiempos iniciales: buscar una información con indicios ciertos, y difundirla con apego a la mayor veracidad posible. No importa el medio que se use para difundirla. Lo que ha cambiado es la forma de hacer periodismo, de difundir información, y han cambiado los medios a través de los cuales se difunde la información, o sea, se hace el periodismo. ¿Qué otra cosa le puede cambiar al periodismo como tal?”, añadió.

Contreras destacó que “el periodismo no es un deporte, que cualquiera puede practicar con todo derecho. El periodismo es una responsabilidad seria ante el público en su derecho a ser informado oportuna y verazmente, que requiere ética, y formación académica para saber cómo procesar la información que se recibe, y difundirla sin crear ‘abolladuras’ en la sociedad”.

Como ejemplo señaló lo que ocurre con “la pandemia de fake news que inunda las redes sociales, donde no hay control de quien escribe, ni responsabilidad de lo que escribe; no importa si es falsedad ni el daño que puede causar. La colegiación obligatoria responsabiliza a cada periodista de lo que difunde como información”.

También destacó lo que establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su exposición de motivos, sobre la educación y el trabajo como los procesos fundamentales para garantizar los fines del Estado. “De modo que pretender derogar la obligatoriedad de estudiar, cuando ya es una Ley de la República, es ir contra la esencia misma de la Constitución”.

La Ley de Ejercicio del Periodismo “fue analizada artículo por artículo ante la demanda de nulidad hecha por los empresarios de los medios, y el Tribunal Supreo de Justicia (TSJ), presidido por Iván Urdaneta, dictaminó que la Ley es plenamente constitucional, o sea que no viola ningún derecho a nadie”.

“La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos con respecto a la Ley de Colegiación de Periodismo de Costa Rica, expresa en su decisión lo siguiente: la colegiación de Periodismo, en tanto no impida a los ciudadanos ejercer su Derecho de libertad de Expresión, no es contraria a los principios de la Convención Americana”.

Insiste Contreras en recordar que “el artículo 4 de la LEP señala que todos los ciudadanos, nacionales o extranjeros, pueden expresarse libremente a través de los medios de comunicación social, sin más limitaciones que las establecidas en la Constitución y en las Leyes”.

“Hay que entender que el periodismo no es en sí mismo libertad de expresión. El concepto de este derecho humano expresa que todos los ciudadanos tienen derecho a expresar su pensamiento, a través de cualquier medio a su disposición. Pues es obvio que cualquier ciudadano, sin restricciones, puede acudir a un periodista, a un medio de comunicación para plantear su opinión o información. O sea, el periodismo (y el periodista) es un medio para ejercer, a través de él, la libertad de expresión”, finalizó diciendo Contreras.