La oposición venezolana se encuentra en medio de un complicado laberinto político debido al previsible «escenario Nicaragua» en las próximas elecciones presidenciales. Hasta la fecha, tres de los principales candidatos inscritos en la primaria opositora han sido inhabilitados: María Corina Machado, Henrique Capriles Radonski y Freddy Superlano, mientras que otros candidatos también enfrentan la amenaza de la inhabilitación.
El escenario es aún más complejo porque la primaria presidencial, diseñada para escoger a un candidato en medio de la dispersión opositora, podría ser suspendida en las próximas semanas debido a diversas acciones de dirigentes oficialistas que han acudido al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para reclamar su suspensión. Sin embargo, expertos constitucionales aseguran que la primaria es un ejercicio democrático fuera del ámbito de los organismos gubernamentales y no podrían ser intervenidas.
En medio de este contexto, algunos líderes opositores, como María Corina Machado, sostienen que la legitimidad democrática se consigue a través de votos y no mediante consensos, refutando así la posibilidad de un candidato presidencial de consenso fuera de un evento electoral.
Por otro lado, hay voces en contra del mantra «hasta el final» de Machado, argumentando que, de resultar elegida, debería reconocer el papel de los partidos políticos y buscar estrategias comunes. Mientras tanto, otros sectores políticos opositores al gobierno de Nicolás Maduro han pactado una candidatura presidencial de consenso en torno al dirigente Antonio Ecarri.
La oposición enfrenta desafíos y divisiones en un momento crucial, donde las amenazas de inhabilitación y los conflictos internos hacen que el panorama político sea incierto en Venezuela.