Las herramientas del dictador

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“Seis activistas y líderes sindicales fueron condenados a 16 años de cárcel acusados por los delitos de ‘conspiración’.

Con Informacion de La Gran Aldea

La misma acusación que le hizo el Kremlin a Navalny.

Ellos se vendrían a sumar a los más de 280 presos políticos que hay en el país, muchos de estos acusados de lo mismo y con años ya tras las rejas.

Actuando en todos los frentes, el régimen procede a intervenir la Cruz Roja mientras se prepara para formar un nuevo CNE totalmente bajo su control; especialmente si la Primaria sigue entusiasmando y movilizando a una parte importante de la población”.

Todos los que practican un mismo oficio, electricistas, plomeros, médicos u odontólogos, utilizan herramientas iguales o similares. Uno solo tiene que ver algunas de ellas para identificar la ocupación de que se trata.

En cada campo aparecen periódicamente instrumentos nuevos o se modernizan y sofistican las existentes. En la era de la globalización, esas nuevas herramientas y sus innovaciones se adoptan o copian rápidamente de un lugar a otro. No importa donde se esté, uno sabe que en cualquier momento pueden llegar también allí. Lo mismo ocurre con los regímenes autoritarios y los dictadores.

Sus cajas de herramientas contienen arsenales de medios y piezas casi idénticos.

Ahora que los más poderosos y nocivos de esos regímenes han formado una alianza internacional, el intercambio de medios e instrumentos entre ellos para mantenerse en el poder y suprimir las fuerzas democráticas, se hace más fluido. 

Es un reto extraordinario que las democracias del mundo no saben todavía cómo enfrentar. Por eso se hace relevante seguir con atención las formas cómo las dictaduras van enfrentando las luchas democráticas. Por eso se hace relevante para los demócratas venezolanos la situación de un luchador por la libertad en Rusia como Alexéi Navalny.

“Deben convertir este grave asunto de la represión, intimidación y violencia del régimen en un eje central de las primarias”

El viernes pasado, el disidente Navalny, recibió una condena de 19 años de prisión en adición a los 11 que ya le habían sido impuestos y que se encuentra pagando. Un elemento notorio de esta última condena es su extrema crueldad. Los primeros diez años los deberá pasar en confinamiento solitario, sin permitírsele visitas ni siquiera de familiares, incluida su esposa, ni hablar con nadie. Absoluto y total aislamiento. Las celdas, de mínimo tamaño, mantienen sus luces encendidas las 24 horas del día y, por si fuera poco esa tortura, está obligado además a padecer otras como la de oír diariamente emisiones radiales con discursos de Putin que no puede apagar. 

La intencionalidad de tanta crueldad es clara: intimidar y desmoralizar a todos los que luchan por la democracia en Rusia. Cuando las dictaduras enfrentan acentuados brotes de descontento social o la amenaza de luchas sociales por la libertad, aumentan drásticamente la dosis de intimidación y violencia.

En los últimos días mucho de eso está pasando en Venezuela. Seis activistas y líderes sindicales fueron condenados a 16 años de cárcel acusados por los delitos de “conspiración”, la misma acusación que le hizo el Kremlin a Navalny. Ellos se vendrían a sumar a los más de 280 presos políticos que hay en el país, muchos de estos acusados de lo mismo y con años ya tras las rejas. Por su parte, el nuevo comandante de la Guardia Nacional ha enviado un claro mensaje a los candidatos de la Primaria hoy inhabilitados, acusándolos de promover la desestabilización y violencia en el país. El gobernador de Trujillo no espera por ningún juicio y llama a la población a “sacar a coñazos a ‘los María Corina’” que se acerquen a esa entidad. El segundo hombre del régimen, Cabello, arremete contra un banquero porque según él, apoya financieramente a la candidata inhabilitada. Actuando en todos los frentes, el régimen procede a intervenir la Cruz Roja, una organización de la sociedad civil, mientras se prepara para formar un nuevo CNE totalmente bajo su control.

¿Qué puede hacer la oposición? Definitivamente, frente a esta realidad, los candidatos no pueden actuar como si se encontrasen en un país democrático compitiendo por la elección de un abanderado que nos represente en unas próximas elecciones libres y transparentes. Tanto o más que dedicarse a presentarle al país sus visiones de la Venezuela que quieren construir, deben convertir este grave asunto de la represión, intimidación y violencia del régimen en un eje central de las primarias. Hacerlo debería ser un acuerdo entre los candidatos o al menos de los que coincidan en su necesidad. Pronunciarse y realizar actos de manera conjunta, incluyendo comunicados dirigidos a la comunidad internacional. Desplegar un gran ejercicio de pedagogía social por todo el país denunciando y explicando en detalle todas las expresiones de esta aberración totalitaria, las formas cómo han venido creciendo y sus consecuencias. Lo necesitan hacer por su propia supervivencia y la de la lucha democrática, especialmente si la Primaria sigue entusiasmando y movilizando a una parte importante de la población.

GERVER TORRES | 08 AGOSTO 2023