CADENA DE HORRORES | Libertad para los presos políticos

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Diversas organizaciones se dedican de manera continua a abordar el tema de los presos políticos. No se limitan a teorizar sobre el asunto, sino que analizan las circunstancias particulares de cada uno, tanto civiles como militares. No se puede afirmar que estén recibiendo penas justas y definitivas. La gran mayoría son víctimas de represalias por parte del régimen contra aquellos a quienes consideran enemigos peligrosos, aunque carezcan del peso político suficiente para poner en riesgo al gobierno.

Es hora de retomar el tema y convocar a la Venezuela decente y democrática a actuar en consecuencia. Para aquellos de nosotros que hemos pasado por esa situación, es una obligación. Es mi caso, aunque solo estuve en El Helicoide durante aproximadamente tres meses, fue tiempo más que suficiente para comprender plenamente la magnitud del problema. No me gusta hablar, ni mucho menos especular, sobre mi caso porque la mayoría de las personas están en condiciones mucho peores que las mías en cuanto a la duración de la prisión, pero sí debo ocuparme del tema en solidaridad con aquellos que actualmente son prisioneros políticos, ya sean civiles o militares.

Aunque estoy en libertad aparente, sigo siendo prisionero en el país desde hace unos trece años. Fui juzgado por una serie de cargos, algunos de los más graves contemplados en nuestro descolorido sistema legal. Fui absuelto de todas las acusaciones, excepto una: «difusión de información falsa».

La base de este caso se encuentra en un informe del Juez 4° de la Audiencia Nacional de España, el doctor Eloy Velasco, que habla sobre las actividades de ETA en colaboración con las FARC y el ELN colombianos, con la participación de funcionarios civiles y militares de nuestro país, y reuniones en territorios como Zulia, Táchira y Apure. El juez envió el expediente a Hugo Chávez solicitando cooperación para completar la investigación. En aquellos días, Leopoldo Castillo me invitó a su programa para abordar el tema. Al finalizar, me preguntó qué haría yo si estuviera en la posición de Chávez. Respondí que proporcionaría toda la colaboración solicitada para despejar las dudas que existían en el mundo sobre el tema. Yo también tenía algunas dudas. Al día siguiente, Chávez me acusó de haberlo llamado narcotraficante y pidió que la justicia actuara, o de lo contrario, el pueblo actuaría directamente. En menos de 24 horas, recibí una citación de la Fiscalía General y se inició un proceso en mi contra. Fui arrestado y, durante el juicio, todos los cargos fueron retirados, excepto el de «difusión de información falsa». Desde 2010 no he podido salir del país. La condena fue de dos años y ya han pasado trece, además, no he podido ejercer mi derecho al voto. En el CNE, aparezco como «cédula bajo observación… Ciudadano con sus derechos políticos suspendidos».

Pido disculpas por desviarme del tema original, pero también quería informar al país sobre mi situación personal. ¡Imaginen cómo será para los demás!

Correo electrónico: [email protected]
Twitter: @osalpaz
Sitio web: https://www.oscarperezsalazar.org

El Nacional